De acuerdo con The Guardian, Al-Baghdadi sufrió graves heridas que pusieron en riesgo su vida durante un ataque de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos en el oeste de Irak. El ataque tuvo lugar el 18 de marzo, mientras el líder jihadista se desplazaba en un convoy por una ruta del autoproclamado "califato", el vasto territorio que su milicia les arrebató a Irak y Siria.

Según una fuente conectada con los grupos terroristas en Irak, Al-Baghdadi "se recupera lentamente" del ataque aéreo que puso en riesgo su vida, aunque todavía no retomó el control de la organización a nivel operativo diario.

Dos funcionarios -un diplomático occidental y un asesor iraquí- confirmaron por separado que el ataque sucedió en el distrito Al-Baaj de la provincia de Nínive, cerca de la frontera siria, un límite formal que desde junio pasado, cuando las fuerzas de EI comenzaron su inexorable avance militar sobre poblados de los dos países, sólo existe en los mapas.

Fue allí, en una carretera desértica entre los distritos de Um al-Rous y Al-Qaraan, cuando aviones de la coalición se lanzaron sobre un convoy que conformaban tres vehículos. El resultado fue de tres muertos. Pero la presa mayor logró sobrevivir.

El diplomático occidental subrayó que las fuerzas de la coalición no estaban seguras de que a bordo de uno de los autos estuviera Al-Baghdadi. Pero el funcionario iraquí, Hisham al-Hashimi, afirmó, en cambio, que ya desde entonces él sabía con certeza que el "califa" no sólo estaba en la caravana, sino que fue herido junto con miembros de su séquito.

"Sí, fue herido en Al-Baaj cerca del poblado de Um al-Rous el 18 de marzo con un grupo que estaba con él", afirmó el iraquí. Consultado al respecto, el Pentágono no desmintió el ataque de Nínive, pero sí rechazó las versiones que hablaban de las presuntas heridas causadas al jihadista. "No hay razones para creerlo", dijo el vocero del Departamento de Defensa, Steven Warren.