El flamante ministro hablo de la herencia que le deja el gobierno de Fabiana Ríos, graficó la situación de la siguiente forma: “Hoy estamos como cuando se cae alguien en la calle y se lastima, y hay que levantarlo con ambulancia para llevarlo al hospital. Estamos levantando los problemas del día y corriendo para que la gente cobre el aguinaldo como prometió la gobernadora antes del 24. A los jubilados les vamos a dar para que se vaya cancelando todo lo posible de noviembre. Pero estamos corriendo y haciendo un poco de magia financiera para tratar de que la gente esté lo mejor posible de acá a fin de año, con lo que tenemos”, expresó.

Sin ajuste, salvo a los “vivos”: El ministro descartó por otra parte una rebaja de salarios o de puestos de trabajo, pero revisará los pases de planta política del último año. 

“La gente en la campaña estaba preocupada por la reducción salarial y la reducción de puestos, que nunca fue nuestro objetivo. Ahora, si tenemos un gasto tan alto, entre lo que es salarios, subsidios a escuelas privadas y subsidios de gas para la gente que no tiene otras posibilidades, es muy difícil tener margen de negociación. Nos queda un 10% del presupuesto para comprar jeringas, insumos, nafta para los patrulleros. La paradoja es que, cerrando todo el estado, tampoco podemos cubrir el desfasaje y lamentablemente hay pocos caminos: la reducción de trabajadores y de salarios no está en nuestra idea. Seguramente vamos a revisar los nombramientos que se han hecho muy a tontas y a locas en el último año, y ver si esos nombramientos están cubriendo algún cargo que sea útil para la sociedad”, señaló de los pases de plantas políticas que se dieron hasta el último día de mandato de Ríos.

“Tenemos 15 mil empleados públicos y el sábado casi no podíamos abrir los hospitales porque faltaban 15 personas de limpieza. Evidentemente algo está fallando en la distribución de los recursos. Hoy no podemos pagar aumentos salariales porque tenemos mil millones de pesos abajo. Solamente los podríamos pagar con deuda y nadie nos va a prestar para salarios. Vamos a discutir responsablemente, vamos a llegar a acuerdos de lo que corresponda, pero cuando tengamos los fondos se verá cómo se paga. Hoy no existen y no podemos seguir sacándole plata a los jubilados. Si no, hay que ponerle nombre y apellido: le damos un aumento a ‘Cacho’ Pérez que es activo, y se lo sacamos a Juan García que es jubilado, pero se lo vamos a tener que decir claramente a la sociedad”, subrayó.

En razón del impacto de devaluación en el bolsillo del trabajador, agregó que “no estoy negando que se hable” sobre un aumento, pero “recién vamos a poder plasmarlo en el bolsillo del trabajador cuando los recursos ingresen. Antes no porque el dinero no está. Y no sólo no está: hoy faltan 1.100 millones para cerrar el año. La discusión, que empiece cuando sea, pero endeudamiento para pago de salarios no lo da nadie y en ese contexto nos tenemos que mover. Dinero no hay y no va a haber por unos meses. Eso es lo que nosotros prevemos”, reiteró.

“Lamentablemente también tenemos que usar el descubierto bancario, porque los fondos que ingresan no alcanzan para pagar los salarios. El gobierno anterior ha negociado escalonadamente un 28,3% de aumento en promedio para toda la administración pública. Ese 28,3% impacta a partir del 1° de enero en un 37,1% de lo que ganaban el año anterior y hay que conseguirlo. De hecho tenemos un problema para pagar los salarios de diciembre porque no tenemos presupuesto para imputarlo todavía. No es tan simple la situación que hemos recibido: es grave y estamos haciendo lo posible para que no impacte en los trabajadores. Se dio un aumento que no tenía presupuesto y tenemos que juntar dinero para pagar los primeros días de enero. Son varios los obstáculos que tenemos que salvar”, concluyó.