En un conmovedor y a la vez impactante relato, la actriz y vedette Florencia de la V defendió este jueves la ley de interrupción voluntaria del embarazo al evocar la muerte de su madre, Sabina Báez, en un aborto clandestino, y subrayó que “el femicida fue el Estado”.

“Desde que aparecí en este ambiente hablé de la falta que me hizo mi madre. Tuve la desgracia de perderla a los dos años”, arrancó la conductora de televisión ante el plenario de comisiones de Legislación General, Salud, Familia y Legislación Penal de la Cámara de Diputados.

Florencia de la V continuó: “Me crié creyendo que mi madre había muerto por una enfermedad, y a los 14 años, una de sus hermanas me dijo: ‘Tu mamá no murió por una enfermedad. Murió por un aborto ilegal. Murió desangrada’”.

“En ese momento era chica. Lo único que sabía de ese tema era que era prohibido, que era algo de lo que no se podía hablar”, comentó, y agregó que después de hablar con su terapeuta abordó a su padre, quien le confesó la verdad.

Visiblemente emocionada, dijo que su madre “no pudo elegir” y que dejó “desamparados” a ella y a su hermano “para no volver”. “Murió de la peor manera que puede morir un ser humano: desangrada”, resumió.

A continuación se adentró en la discusión del proyecto y aclaró que lo que está en debate “no es desde cuándo hay vida”, ya que “el aborto es una decisión privada de cada ser humano, no es una decisión pública”.

Por eso, consideró que “el Estado, en lugar de castigar a las mujeres, debería brindarles lugares seguros, aptos quirúrgicamente, para que no muera ninguna mujer más”.

Florencia de la V expresó que “no hay un día en el que no llore” a su madre, y fue más allá: “Desde que me enteré (que Sabina Báez murió en un aborto clandestino) busqué la cara del femicida que mató a mi mamá. Y hoy se quién fue: fue el Estado”.

Por último, se dirigió directamente a los diputados: “En sus manos está la responsabilidad, si quieren tenerlas llenas de sangre, si quieren seguir cargando con la muerte de millones de argentinas por abortos clandestinos”.

Y concluyó: “Sabina Báez, presente. Porque no quiero que la muerte de mi madre sea en vano”.