Procesando. Por favor aguarde...
Los seis oficiales de la Policía imputados son Caesar R. Goodson, William G. Porter, Edward M. Nero, Garrett E. Miller, Alicia D. White y Brian W. Rice. Goodson
“Nadie está por encima de la ley”, subrayó la fiscal, al echar mano de la “causa probable” para acusar a los seis agentes –tres de color, tres blancos– de la Policía.
“El señor Freddie Gray sufrió una lesión crítica en el cuello como consecuencia de haber sido esposado, encadenado de pies y sin un cinturón de seguridad dentro del vehículo de la Policía”, aseguró Mosby. “La muerte del señor Gray fue un homicidio”, sostuvo.
Los seis oficiales de la Policía imputados son Caesar R. Goodson, William G. Porter, Edward M. Nero, Garrett E. Miller, Alicia D. White y Brian W. Rice. Goodson, afroestadounidense, conducía el vehículo.
Fue acusado de asesinato en segundo grado y asesinato involuntario, los cargos más graves, por los que podría ser condenado a un máximo de 30 años de prisión.
Porter –también afroestadounidense– y Rice se enfrentarán a cargos de homicidio involuntario y el resto por asalto en segundo grado y arresto ilegal. Los seis fueron liberados bajo fianza la noche de ayer.
Tras estudiar la información de la investigación entregada por la Policía y cotejarla con la información realizada desde la fiscalía estatal, la fiscal del estado Marlyn Mosby desgranó ayer los hechos que condujeron a la muerte de Gray en un hospital, el 19 de abril.
La familia de Gray celebró la noticia de las acusaciones contra los policías. “Estamos satisfechos con la presentación de cargos”, explicó el padrastro de Gray, Richard Shipley, en una rueda de prensa en la que añadió que es “un primer paso para obtener justicia para Freddie”.
La fiscal estatal determinó que los agentes no tenían razones para arrestar a Gray, ya que el joven no había cometido algún delito y que la navaja portátil que llevaba cuando fue detenido era legal.
Además, los policías no le ofrecieron asistencia médica a pesar de que el joven, lesionado por no haber ido con el cinturón de seguridad, pidió ayuda en varias ocasiones.
Cuando finalmente se solicitó la presencia de un médico, alrededor de una hora después de la detención, éste determinó que Gray había sufrido un paro cardiaco y fue entonces cuando el afroestadounidense fue trasladado al hospital Shock Trauma, donde fue operado y murió una semana después.
El presidente Barack Obama rehuyó comentar sobre la decisión de la fiscal, pero hizo votos para que al final la justicia prevalezca.
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