Se trata de Martín Ezequiel Zapico quien recuperó su libertad ayer miércoles desde la Unidad de Detención, luego de que la Cámara de Apelaciones revirtiera su prisión preventiva en una causa de flagrancia.

Zapico fue detenido ya en innumerables delitos contra la propiedad y el pasado 25 de octubre fue excarcelado tras un último hecho delictivo, siendo detenido a las pocas horas causando desórdenes en un local nocturno.

Esa noche Zapico fue expulsado del local nocturno denominado Montaro de calle Perito Moreno al 900, donde agredió al personal de seguridad y dañó un vidrio del frente, ante lo que se llamó a la Policía que lo detuvo y constató presentaba 1.52 g/l de alcohol en sangre.

Una vez reducido fue trasladado al hospital, lugar donde escupió en el rostro a su custodia, a un agente de apellido Pinilla, a quien además lo pateó en sus piernas.

Por todas estas cuestiones se le inició un proceso de flagrancia por el cual ya se lo elevó a juicio pero además aplicándole la prisión preventiva en razón de su accionar de intentar evadir en todo momento la acción de la ley.

Esto fue considerado como riesgo procesal y tanto el fiscal Ariel Pinno como la jueza Cecilia Cataldo le impusieron la prisión preventiva. La defensora oficial apeló esa decisión y en la Cámara de Apelaciones, el camarista Federico Vilella, resolvió a favor de la defensa.

Vilella consideró que no puede tomarse como riesgo procesal el accionar y antecedentes permanentes de Zapico, tomando incluso como excusación de su conducta el alto grado de alcohol que tenía.

Por todo ello el camarista en una resolución emitida ayer miércoles permitió nuevamente la libertad de este malviviente reincidente, quien salió de la Unidad de Detención.