La autopsia forense de igual manera no fue concluyente, dado que el perito forense expresó que el resultado preliminar puede ser “asfixia por inmersión”, pero que aguardará el resultado de los análisis histopatológicos. De igual manera la investigación policial no encontró de momento elementos que abonen una hipótesis criminal.

La Policía Provincial continúa la investigación de la muerte de Pablo Ulises Lizarraga, el hombre de 39 años cuyo cuerpo apareció el viernes pasado flotando en las aguas del Canal Beagle en el sector de Playa Larga.

El médico forense del Poder Judicial indicó como causa de muerte preliminar la “asfixia por inmersión”, pero la causa definitiva queda sujeta a los resultados de los estudios histopatológicos.

Más allá de esto la Policía Provincial continúa la investigación que ya determinó que Lizarraga el miércoles pasado por la madrugada dejó la casa que alquilaba en calle Las Prímulas al 100 y que cerca de las 3.00 mantuvo la última comunicación con la locataria, a quien le dijo que podía quedarse con sus cosas, ya que dejó casi la totalidad de sus pertenencias.

Diez minutos después de esa comunicación su celular deja de tener señal, lo que indica que podría haberse adentrado en este sector agreste donde fue hallado.

La reconstrucción de su derrotero fue hecho con cámaras de seguridad de toda la zona y siempre lo mostraron caminando solo, sin compañía, ni vehículo que se le acercara.

Asimismo en el rastrillaje en la costa donde fue hallado el cuerpo se encontró su mochila, la cual estaba cargada con 14 kilos de piedras en su interior, y asimismo una soga sujetada a una rama quebrada también fue encontrada por aquel sector.

Aún no se descifra que pudo llevar a cabo la lesión en el cuello, pero todo hace presumir que el hecho pudo ser un suicidio, a la espera de datos más concluyentes.