El gobierno de Gran Bretaña espió las comunicaciones de líderes y jefes militares argentinos en forma secreta, con el fin de recolectar información de “alta prioridad”. El espionaje fue llevado a cabo por uno de los organismos de Inteligencia más importante del Reino Unido, el Cuartel General de Comunicaciones (GCHQ, pos sus siglas en inglés).

Aún se desconoce cuándo se inició la operación, pero sí se sabe que en marzo de 2010 se presentó un primer informe en el cual se específica que tipo de espionaje que se seguiría utilizando. Aún no se pudo identificar quienes son los líderes y militares que fueron espiados.

La información fue revelada en la web del canal de noticias TN, en asociación con el periódico The Intercept. El jueves, el sitio argentino difundió documentos oficiales de la inteligencia inglesa que fueron aportados por Edward Snowden, un ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

Esos informes muestran que, en el 2008, los organismos de Inteligencia de Gran Bretaña definieron a la Argentina como un objetivo de “principal interés”.

La documentación revelada por tn.com.ar destapó varias operaciones de espionaje inglés sobre territorio argentino.

En una comunicación interna de la GCHQ, fechada en marzo del 2010, se relata que los espías ingleses hicieron “grandes esfuerzos para recolectar información de alta prioridad en comunicaciones de líderes y militares”.

Según especialistas en comunicaciones las antenas intervenidas por Gran Bretaña, son las que suelen usar las fuerzas policiales, los militares, las agencias de seguridad y también los bomberos y las ambulancias, por ejemplo.

Al menos en ese informe, el espionaje inglés admite que los resultados obtenidos no fueron los esperados, pero no se dan precisiones al respecto sobre el contenido de lo que sí se habría logrado interceptar en secreto en las charlas realizadas por importantes autoridades nacionales.

Según tn.com.ar, existe otro documento complementario al descripto en esta nota en el que los ingleses afirman que su objetivo al interceptar comunicaciones es conocer si la Argentina puede monitorear qué buques británicos navegan hacia las Islas Malvinas.

La Casa Rosada aun no se pronunció al respecto.