Agrega que “ante las innecesarias declaraciones del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, sobre Milagro Sala, en medio del proceso judicial en su contra, queremos remarcar lo procedente de la permanencia en situación de detención de la líder del movimiento jujeño mencionado”.

“Milagro Sala, no solamente ha dado sobradas muestras de su capacidad de entorpecimiento de la investigación por medio de la destrucción de pruebas, tal y como se ha visto durante las primeras medidas tomadas por el Poder Judicial en el momento de su procesamiento. A su vez, por medio de los testimonios obtenidos, es reconocible la capacidad de “apriete”, hostigamiento, persecución y amenaza que la acusada y los demás miembros y dirigentes de su movimiento realizaban con los supuestos beneficiarios para que colaboren con su organización mediante actos “militantes”.

Milagro Sala no está detenida por ser una líder de un movimiento social, sino por liderar una organización delictiva, con acusaciones de corrupción, malversación y desvíos de fondos públicos, fraude y extorsión. Utilizó millones de pesos destinados por parte de organismos estatales para construcción de complejos habitacionales y “partidizó” su otorgamiento, exigiendo afiliación y militancia a los beneficiarios. Desvió fondos para construir más de mil casas dejando a más de mil familias sin la posibilidad de contar con el techo propio”.

“La líder del Movimiento Túpac Amaru es la líder de una organización de corrupción que utilizó a los desposeídos como escudo y como móvil para beneficios e intereses personales y sectoriales. Por estas razones, las declaraciones del Secretario General de la OEA Luis Almagro, al decir que Milagro Sala tiene un “reconocido trabajo por los desposeídos”, y que además “enaltece el carácter de sus manifestaciones públicas”, solamente muestran justamente su parcialidad en el enfoque de quien dirige uno de los organismos más importantes de América, sentando un posicionamiento apresurado, poniendo de manera implícita en tela de juicio el desarrollo del proceso judicial, el que en apariencia además desconoce. En este sentido, entendemos importante destacar que la Argentina confía en que los diversos organismos internacionales aceptarán la invitación públicamente formulada para visitar el país y en particular Jujuy a fin de que sus integrantes puedan tomar contacto directo con los distintos actores y sectores sociales, políticos y judiciales de dicha provincia que se encuentran vinculados al caso.

Por otro lado, nos causa asombro la desmedida preocupación de la OEA por la causa de Milagro Sala, y la casi nula participación frente a los cientos de presos políticos que existen en los diferentes países latinoamericanos gobernados por un populismo demagogo”.

“Porque a diferencia de esos presos políticos, queremos dejar en claro, con el énfasis necesario, que Milagro Sala no se encuentra en la misma situación. Milagro Sala, no es una presa política, Milagro Sala es una  política presa”, concluye el comunicado.