Río Grande.- Walter Quiroz tenía 19 años al momento de cometer este brutal hecho el 2 de octubre del año 1999 y este domingo a la madrugada salió de la Unidad de Detención con 42 años, a la cual no deberá volver a dormir por primera vez en 23 años, indica la información exclusiva de Resumen Policial.

Y es que Quiroz, desde 2015 ya venía gozando con salidas laborales a la que luego continuaron algunos beneficios de salidas transitorias para visitar a sus abuelos, pero desde hoy es la primera vez en todo este tiempo que accede a la libertad por tiempo indefinido sin tener que retornar a la Unidad de Detención.

Incluso en una de esas salidas en el año 2018 fue detenido robando, por lo que tuvo revocados los beneficios durante algún tiempo, hasta que finalmente los informes carcelarios volvieron a ser positivos para retomar el régimen de semilibertad.

Cumplidos los 20 años de la condena, Quiroz comenzó a solicitar acceder a la libertad condicional dado que la ley imperante al momento en que fue detenido era más benigna que la actual y le permitía acceder a ese beneficio.

Esas solicitudes de Quiroz fueron sucesivamente rechazadas desde el Juzgado de Ejecución, dado que no cumplía con los requisitos de conducta y rehabilitación requeridos. Pero tras tres años de intentos finalmente esta semana pasada logró obtener el aval desde la Fiscalía Mayor en razón de que los informes del Consejo Correccional avalaban su liberación y el informe psiquiátrico indicó “bajo riesgo de reincidencia”.

Ante ello desde el Juzgado de Ejecución el pasado miércoles se autorizó la libertad condicional, y ello fue revisado por la Cámara de Apelaciones que anoche ratificó esa resolución por lo que Quiroz abandonó la Unidad de Detención de manera permanente a la 1.00 de esta madrugada de sábado.

Quiroz contará con un régimen de libertad condicional supervisado por 5 años tras lo cual agotará definitivamente la condena, con normas de conducta y prohibición de acercamiento a los familiares de su víctima.

Un crimen imperdonable

Walter Quiroz fue condenado a prisión perpetua en un juicio oral en el año 2000 por el “homicidio agravado” de Judith Esmeralda Muñoz Bustos de 21 años, a quien había llevado a la zona del cabo Domingo, acompañado de otro joven Juan Martín Godoy –hoy fallecido- , quien recibió solo una pena de 5 años por abandono de persona, dado que si bien no participó en la agresión tampoco auxilió a la joven y permitió que el crimen se produjera en su presencia.

Según lo que relatara Godoy en aquel proceso, único testigo del hecho, Quiroz se enfureció con la joven Judith al no acceder a un pedido de índole sexual, tras lo cual le dio un golpe de puño y se retiraron ambos en su auto para abandonarla allí.

Cuando retornaban a la ciudad Quiroz temió ser denunciado, por lo que retornó a buscarla y la levantaron cuando la joven volvía caminando por la ruta.

Allí la trasladaron hasta lo que en su momento era un camino hacia una cava, que hoy es el acceso norte a la ruta de circunvalación, donde la bajó y la sometió a una brutal golpiza dejándola tendida en el suelo.

No conforme con esto, Quiroz se subió al auto y pasó por encima del cuerpo de la joven, en un detalle final que conmocionó a la opinión pública en su momento.

Tras esto Quiroz estuvo unas semanas prófugo, hasta que finalmente fue detenido en la provincia de La Pampa, desde donde fue extraditado para ser condenado.

Hoy, además de estar presente en la memoria de su familia y allegados, la joven Judith Muñoz Bustos es recordada en un monolito en el punto exacto del brutal crimen, en uno de los márgenes de la hoy ruta de circunvalación.