Existe un estudio privado encargado en su momento por AFARTE, que determinó que el grueso de la migración que llegó a la isla hace un buen tiempo atrás, es de gente sin preparación laboral, sin estudios y de bajos recursos. Este estudio de hace casi dos décadas y media indicaba que el 81 % de los operarios de fábricas no habían terminado el secundario y provenían de clase media baja.

Esa realidad no solo era propia de las fábricas fueguinas, sino que atravesaba a casi toda la sociedad generada a partir de la mal llamada “ley de promoción industrial”.

Con este rasgo característico y otros de modos culturales surgió la sociedad fueguina que creció demográficamente a pasos agigantado.

Es importante destacar que la migración aún continúan, no a niveles de hace dos décadas, pero si más que otros lugares del país, quienes llegan son familias completas con las mismas características de siempre. Es decir buscan en la isla lo que no pueden conseguir en sus lugares de residencia permanente. Un trabajo que le permita (sobre) vivir.

Pero lo que estamos asistiendo ahora, es un fenómeno producto de esa sociedad cultivada al amparo de la ley 19.640 a partir de una de las migraciones más grande que tuvo nuestro país en las últimas 4 décadas. Se trata de nuestros hijos que recibiendo una educación terciaria y cuando no universitaria, prefieren irse de la isla por falta de perspectiva.

Sin duda que se trata de un tema que merece abordarse con inteligencia y rapidez, pero lamentablemente no rasgo de ser un tema que este en la agenda del Estado.

Que 7 de cada 10 consultados -en un estudio realizado por la UNTdF- se quiera ir de la isla significa muchas cosas, pero sobre todo un fracaso de nosotros como sociedad, al no saber construir una comunidad que vaya satisfaciendo la demanda de nuestra juventud.

Las sociedades del futuro necesitan obligatoriamente de hombres y mujeres capacitados y  preparados para los nuevos desafíos. Sí nuestra inversión en estudios de todos los niveles no consigue arraigar a nuestra juventud, como sociedad estamos condenados a un futuro por lo menos incierto.

Lo que dice el estudio de la UNTdF

El Instituto de Cultura Sociedad y Estado (ICSE) de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, dio a conocer los resultados del primer reporte de la Encuesta a Juventudes en Ciudades Intermedias (EJuCI-2021). 

El documento denominado “¿Nos quedamos, nos vamos o, nos vamos y (no volvemos) volvemos? Proyectos y expectativas de migración entre las y los jóvenes de Tierra del Fuego” expone algunos de los resultados de una encuesta aplicada entre septiembre y octubre de 2021 a jóvenes de 17 a 19 años que se encontraban cursando el último año de escuelas secundarias de Ushuaia, Tolhuin y Río Grande, correspondientes en un 74% al sector educativo de gestión estatal (mayoritario en la provincia) y en un 26% a instituciones públicas de gestión privada. 

“Los resultados de la encuesta confirman la inclinación de las juventudes residentes en Tierra del Fuego a migrar a otros países o provincias, ya que alrededor del 70% respondió afirmativamente sobre el interés de buscar otros horizontes fuera de la Provincia” comentó el Sociólogo y docente investigador del ICSE Lic. Bruno Colombari, director del Proyecto avalado y financiado por la UNTDF “Condiciones juveniles insulares.

Un estudio sobre las formas de sociabilidad de jóvenes de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”. 

Al respecto, el sociólogo precisó que “las expectativas migratorias se vinculan a proyectos educativos, especialmente en el caso de quienes consideran mudarse a otra provincia, mientras que quienes consideran mudarse a otro país o localidad dentro de la provincia predominan más bien motivaciones asociadas a la idea de un mejor futuro y vivir nuevas experiencias”, explicó.

Según lo detallado en el informe: el 49 % de las y los encuestados se auto percibió con género femenino, el 49,5 % masculino y el 1,5% como No Binario. Respecto al lugar de nacimiento, una gran mayoría nació en Tierra del Fuego (68%), el 29 % es procedente de otras provincias, mientras que el 3% es extranjera/o.