Argentina ha impulsado un conjunto de proyectos para fortalecer su presencia y actividad en la Antártida y el Atlántico sur continuando con sus reclamos de soberanía y para ponerse al día ante el mayor interés que despierta la zona en términos económicos y políticos.

“Desde el punto de vista de la situación internacional y regional, es obvio que el mar, el Atlántico sur y la Antártida van tomando una mayor relevancia a medida que pasa el tiempo”, explicó a Efe el ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana.

“Económica y políticamente, toda esa zona es obvio que está teniendo una valoración que antes no tenía”, remarcó.

Argentina tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904, cuando instaló la primera base científica del mundo. Es uno de los siete países reclamantes de soberanía y uno de los doce que firmó el Tratado Antártico de 1959, que congela los reclamos, al tiempo que desarrolla actividad científica en la zona.

Los reclamos de soberanía de Argentina en el territorio antártico se superponen parcialmente con los de Chile y por completo con los del Reino Unido.

VENTAJA LOGÍSTICA

En términos de logística antártica, Chile ha aventajado a la Argentina con los servicios que ofrece en el eje Punta Arenas-Base Frei.

“En consonancia con lo que hace Chile, que está fortaleciendo Punta Arenas como lugar de partida de barcos científicos, de logística y de barcos de turismo antártico”, “queremos tener un poco lo mismo en nuestra área” y “eso implica poder tener recursos en el sur” y "poder ofrecer parte de esas posibilidades logísticas a otros países”, explicó Taiana.

La disputa de Argentina con Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas -por las cuales fue derrotada en la guerra de 1982- y su intento de proyectar sus presuntos derechos sobre la Antártida se profundiza por la construcción de un puerto de aguas profundas en las islas que compite con los servicios e influencia argentinos.

“Todos estamos viendo lo mismo: que viene una importancia creciente de la logística y de la llegada a la Antártida y todos queremos estar en mejor posición. Los chilenos legítimamente y los británicos ilegítimamente porque están usurpando territorios que no les pertenecen”, indicó Taiana.

PROYECTOS

Como respuesta, Argentina avanzó con varios proyectos inmediatos.

Comenzó la reparación de la Base Petrel, que sufrió un incendio en 1974 -con lo cual Argentina pasará a tener en la Antártida siete bases permanentes y seis transitorias-, y donde se prevé la construcción de una pista de aterrizaje y un muelle y que reemplace a la Base Marambio, que hoy es la puerta de entrada de la logística argentina.

Se combina con fortalecer a la ciudad de Ushuaia, en la provincia austral de Tierra del Fuego, como centro logístico a la Antártida con la construcción una nueva Base Naval Integrada, que incluye un gran muelle que permita el atraque de barcos de mayores dimensiones.

La intención es que el eje actual Ushuaia-Marambio y de la base aérea Río Gallegos-Marambio pase a ser Ushuaia-Petrel.

También construirá un nuevo buque polar en los próximos dos años que complemente al rompehielos Almirante Irízar, que cedió capacidad de carga al iniciar el montaje de ocho laboratorios para la investigación científica.

“Argentina se plantea recuperar en el menor tiempo posible la capacidad submarina”, agregó Taiana, que permita “un mejor despliegue y control” sobre el área, ya que hoy no cuenta con ningún submarino operativo.

“Necesitamos varios submarinos”, indicó el ministro, quien espera que este año pueda “haber avances” en la definición de las adquisiciones, lo cual requiere que Argentina renegocie su deuda con el Fondo Monetario Internacional.

Además, Argentina prevé instalar el año que viene dos antenas para la descarga de datos satelitales, traídas de EEUU, en la Base Belgrano II, la tercera permanente más austral del mundo, que se sumará a la que ya tiene en Marambio.

RECURSOS ECONOMICOS

Argentina ya había logrado demarcar el límite exterior de su plataforma continental más allá de las 200 millas, donde se reconoce la zona en conflicto con el Reino Unido y el año pasado despertó en Chile una superposición.

Según dijo Taiana, los nuevos proyectos están impulsados por el “desarrollo de las comunicaciones y de la tecnología” que permite hacer nuevas cosas “tanto de investigación científica como de vida y transporte”, por “el cambio climático” y porque “es una zona de recursos naturales renovables muy fuerte”.

La actividad económica en la Antártida no está habilitada, pero el ministro remarcó “el peso” de la “diversidad biológica” y de las riquezas mineras e hidrocarburíferas saliendo del sector antártico.

El ministro recordó que Argentina fortaleció los sistemas de radarización y puso en marcha un comando de coordinación de las tres fuerzas armadas para patrullar, por ejemplo, la pesca ilegal.