El estudio más grande del mundo para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus comenzó este lunes con un primer grupo de 30.000 voluntarios que ayudan a probar las vacunas creadas por el gobierno de EE.UU., uno de los varios competidores en la recta final de la carrera mundial de vacunas.

Todavía no hay garantía de que la vacuna experimental, desarrollada por los Institutos Nacionales de Salud y Moderna Inc., realmente proteja, según indica Clarín.

En búsqueda de evidencias

Los 30 mil voluntarios ya fueron inyectados, pero ninguno sabe si recibió la vacuna real o un placebo. Después de dos dosis, los científicos seguirán ahora de cerca qué grupo experimenta más infecciones a medida que realizan sus rutinas diarias, especialmente en áreas donde el virus aún se está propagando sin control.

"Desafortunadamente para los Estados Unidos, tenemos muchas infecciones en este momento" para poder obtener esa respuesta, dijo recientemente el Dr. Anthony Fauci de los NIH a The Associated Press.

Moderna dijo que la vacunación se realizó en Savannah, Georgia, el primer sitio en ponerse en marcha entre más de siete docenas de sitios de prueba diseminados por todo el país.

Varias otras vacunas fabricadas por China y por la Universidad de Oxford de Gran Bretaña a principios de este mes comenzaron pruebas más pequeñas en la etapa final en Brasil y otros países afectados.

El calendario

Cada mes, a lo largo del otoño (boreal), la red de prevención de Covid financiada por el gobierno llevará adelante con cada vacuna candidata un estudio, cada uno con 30 mil nuevos voluntarios por vez.

Los estudios masivos no son solo para evaluar si las vacunas funcionan. Son necesarios para verificar la seguridad de cada vacuna potencial. Y seguir las mismas reglas de estudio permitirá a los científicos eventualmente comparar todas las vacunas.

En agosto, comienza el estudio final de la vacuna de Oxford, seguido de planes para evaluar a una dosis candidata de Johnson & Johnson en septiembre y Novavax en octubre, si todo va según lo previsto. Pfizer Inc. planea su propio estudio de 30.000 personas este verano.

Esa es una cantidad asombrosa de personas que se necesita que se arremanguen para la ciencia. Pero no es una cifra difícil de conseguir. En las últimas semanas, más de 150.000 estadounidenses completaron un registro en línea que indica interés, dijo el Dr. Larry Corey, virólogo del Instituto de Investigación del Cancer Fred Hutchinson en Seattle.

"Estos ensayos deben ser multigeneracionales, deben ser multiétnicos, deben reflejar la diversidad de la población de los Estados Unidos", dijo Corey en una reunión sobre vacunas la semana pasada.

Hizo hincapié en que es especialmente importante asegurar suficientes participantes negros e hispanos, ya que esas poblaciones son muy afectadas por COVID-19.