Pese a la explicación extraoficial de la Prefectura Naval, sobre que el barco pesquero no tuvo contacto con otra embarcación en altamar, las autoridades de Salud provincial, mantiene una reserva sobre el caso, cuando menos sospechosa.

La falta de una explicación oficial, alimentó los trascendidos periodísticos. Lo cierto es que un barco pesquero que zarpo con todos los protocolos sanitarios según las autoridades sanitarias de la provincia, después de 35 días en altamar, regreso con casi toda la tripulación 57 de 61 hombres contagiados de COVID-19.

Por el tiempo transcurrido (35 días) las sospechas se centraron, en que el buque haya tenido contacto en altamar con otro buque de pesca y de ese intercambio, podría haber surgido el foco de contagio, cuestión que fue descartada por un informe preliminar de la Prefectura Naval que indica que el buque no tuvo contacto con otro buque en altamar, si bien la información de Prefectura aún es oficiosa, se estima que en poco tiempo más redacte un informe oficial sobre el sospechoso andar del barco pesquero.

Los hechos, las versiones y las dudas

Las sospechas de que existiría un trasfondo grave sobre el tema surgió el mismo día del anuncio por parte del gobierno provincial, justamente en ese transmisión habitual desde el comienzo de la cuarentena, no participaron las ministros de Gobierno, ni la ministro Salud como era habitual, la noticia quedo en manos de dos ignotos integrantes del COEs, que se limitaron a anunciar el brote de infectados dentro del barco, sin dar explicación alguna, en todo caso hicieron pie en salvaguardar la aplicación del protocolo antes de que la nave zarpe.

Después de ese anuncio, no hubo nadie del gobierno que diera una explicación. El hecho de afirmar que el buque estuvo 35 días en altamar, no cierran los números sobre la promocionada cuarentena.

“Como es posible que una comunidad cerrada como lo son la tripulación de un barco en altamar, después de 35 días de navegación, regresan al puerto casi todos con la enfermedad activa” es una pregunta que aún no encuentra una repuesta concreta, fuera del mundo de las especulaciones.

Por lo pronto un pedido de informe del Senador Pablo Blanco y una denuncia judicial en puerta, son las primeras reacciones del polémico barco pesquero que pertenece a la empresa “Pesantar” y que permanece amarrado al puerto con 57 de sus 61 tripulantes infectados, de los cuales dos ya están internados en el Hospital regional de Ushuaia, con asistencia respiratoria.

El informe oficioso de la Prefectura Naval

La versión se conoce en forma verbal, aún no hay un informe oficial, no obstante la fuerzas marítimas asegura haber revisado el itinerario y el seguimiento por GPS del buque pesquero de la firma Pesantar, Echizen Maru que el fin de semana arribó al puerto de Ushuaia con 57 tripulantes con COVID-19, y se habría determinado que el buque no tomó contacto con otros barcos y que el acercamiento más próximo con otra embarcación fue a 4 kilómetros. 

A la espera del informe oficial, la Prefectura Ushuaia le habría adelantado a las autoridades de la Dirección Provincial de Puertos que el pesquero “Echizen Marú” no tuvo contacto directo con otras embarcaciones en su periplo de 35 días de navegación por la zona de la Islas de los Estados que tuvo que retornar el fin de semana último a puerto por tener gran parte de su tripulación con COVID-19.

Todos los barcos habilitados cuentan con un equipo de transmisión que permite su localización y seguimiento. Incluso varias empresas, habilitadas por la Subsecretaría de Pesca de la Nación, y por la Prefectura Naval Argentina, registran esta información en todo momento. 

La hipótesis del contagio en tierra

Luego de versión por parte de las autoridades navales, sobre que no hubo contacto en alta mar con otros buques, cobró fuerza la versión que indican que parte de la tripulación del barco pesquero llegó a la isla en el mismo vuelo que lo hiciera Máximo Cardozo, el hombre de 80 años que falleció en Ushuaia luego de estar internado por Coronavirus en el Hospital Regional. 

De ser el caso que uno o más tripulantes del pesquero embarcaron contagiados, se hablaría de una falla grave en los protocolos, aunque esto no explica cómo después de 35 días de navegación y supuestamente aislados, 57 hombres regresaron con la enfermedad activa y solo dos sin síntomas.

Cabe destacar que las autoridades de Salud de la provincia sostienen que los protocolos fueron aplicados a raja tabla. La información dice que todos los tripulantes hicieron cuarentena de 14 días en un hotel acondicionado para tal fin y  luego de ser testeados, fueron autorizados a embarcarse por no tener síntoma alguno.

Sea como sea, lo cierto es que los ushuaienses tienen amarrado en la punta del muelle, un buque pesquero, transformado en un foco infeccioso cuyo origen es una incógnita.

Para la empresa el contagio fue en tierra

Haciendo hincapié en que el buque no tuvo contacto con otro buque en altamar dado que la tecnología de GPS puede describir casi sin error el derrotero del buque en las aguas argentinas, el Gerente general de Pesantar, del grupo NewSan, propietaria del buque pesquero Echizen Maru, Claudio Guida, descarto que el contagio masivo en el pesquero se haya producido por un contacto con otro barco en alta mar. Por Radio Nacional Ushuaia, Guida explicó el proceso por el cual la tripulación llega y se embarca para pescar, no sin antes hacer “un poco de autocrítica en el sector de pesca, porque hemos tenido un perfil muy bajo y pueden surgir estos rumores sin asidero”. 

Guida explicó que “el barco está permanentemente monitoreado por la prefectura naval argentina y por otros organismos del estado nacional y provincial, ya que tiene un permiso de pesca de la provincia. 

Prefectura es la autoridad policial, y sanciona cualquier infracción. Hay áreas protegidas muy cerca, entonces esto tiene que estar permanentemente monitoreado. Hay áreas de veda, de reservas marinas protegidas”. 

“Se genera como mínimo una frecuencia de 15 minutos de monitoreo y a veces más. En este caso, en 35 días el barco fue monitoreado 5900 veces con fecha y ahora muy precisas”. “El barco no puede entrar a un puerto sin avisar a Prefectura. Cualquier circunstancia esta permanentemente comunicada con Prefectura”, aseguró Guida. 

Y agregó: “Sabíamos que estas hipótesis se tenían que descartar, pero preferíamos que lo haga un organismo oficial. Ahora estamos mucho más tranquilos de que esto es así”. 

Además, “arriba del barco tenemos un funcionario público, un inspector nacional de pesca, que es un empleado del estado, después tenemos otras 60 personas permanentemente conectadas con wi fi, lo que sería una asociación ilícita enorme”. 

Como fue la llegada de la tripulación a Tierra del Fuego: “El sábado 6 de junio se generó un recambio. Nosotros informamos tres semanas antes a las autoridades sanitarias, porque estábamos en periodo de veda y cuarentena. Para poder trasladar a la gente a la isla hay que pedir un montón de permisos”. 

“El jueves 21 de mayo se reunió a los tripulantes en Buenos Aires, se los puso en un hotel de los que están habilitados, ese mismo día se acercaron técnicos de un laboratorio validado, que les hicieron todos los test. El viernes se recibieron los resultados y nos dieron el permiso para que la gente se pueda subir al avión el sábado 23 a primera hora, en un vuelo especial de Aerolíneas, donde solicitan el motivo especial para vender el pasaje y este permiso”. 

“El sábado 23 de mayo llegan a la ciudad, con todos los protocolos, son llevados a un hotel de Ushuaia, con un protocolo estricto. Cumplidas las 14 noches de aislamiento, un bus los llevó al barco y zarparon el 6 de junio. Siempre con los controles de sanidad de frontera y prefectura”. 

“A partir de ahí, sabemos que tenemos que descartar hipótesis hasta que las autoridades sanitarias de la provincia, que han hecho un gran trabajo, vayan ahora, con los análisis, determinando la cadena de contagios y se llegará a una hipótesis”. 

“Nosotros como empresa estamos consultado a epidemiólogos de prestigio para que nos den la precisión de lo que pudo hacer sucedido y nos dicen que existen estas figuras de los falsos negativos, porque la gente que está en principio de contagio y tiene poca carga viral aun, puede ser un falso negativo”. 

“Después existe la posibilidad de que se haya hecho alguna fuga en el protocolos en algún punto del traslado de la gente, desde que han sido testados y se quedaron en el hotel 24 hs, o que haya existido algún tipo de fuga en el proceso de traslado del personal, tocando algo”. Sostuvo finalmente el empleado de NewSan.