Si habría que arriesgar un pronóstico, lo más seguro es que el cerro Castor, la principal atracción del turismo y motor fundamental de la economía en las vacaciones invernales, es que no abra sus puertas.

Para el concesionario del Cerro Castor, Juan Carlos Begué, “La  temporada invernal está perdida, no sólo para el centro de Ushuaia sino para todos los del país. El INFUETUR postergó la fecha al 1° de agosto, pero no se puede afirmar que estén dadas las condiciones, sin vuelos y con un mercado local que no alcanza para cubrir los costos

“Más allá de las fechas, todo depende de cómo evolucione la situación de la pandemia. Nosotros tenemos preparada toda la parte técnica, pero la temporada para todos los centros de esquí de la Argentina está perdida”, sentenció a la prensa.

De confirmarse la reapertura, “tenemos obligación de llamar a los trabajadores temporarios, porque tenemos dos modalidades de empleo: los trabajadores fijos que están todo el año, y los temporarios que vienen trabajando desde hace varios años. Según la ley tenemos que hacer el llamado 30 días antes, pero todo es muy incierto y en dos semanas esto puede cambiar para un lado o para el otro”, advirtió.

“La pandemia en la zona el AMBA se dispara y los vuelos vienen de ahí. Podrían venir de Córdoba, pero hablamos todo en potencial. Lo único concreto es que para el 1° de septiembre la ANAC ha autorizado los vuelos, pero también eso es relativo, porque si la pandemia se dispara por ahí lo modifican, así que sigue siendo todo muy incierto”, manifestó.

Sin vuelos que traigan turistas del continente, “con el mercado local no hacemos nada, no muevo la aguja. Entre semana a lo sumo puede haber 50 o 100 personas, y para equiparar gastos necesitaría 400 por día que paguen el boleto, aparte de los que sacaron los pases. Es imposible y no llegamos nunca”, dijo.

También tuvo en cuenta que, de reabrir y presentarse un caso de coronavirus en el cerro, es posible que se disponga el cierre inmediato. “Son demasiadas variables que no manejamos nosotros”, lamentó.

A modo de referencia, dijo que la temporada pasada “tuvimos un promedio de 1.800 personas diarias, sobre todo del mercado brasilero”.

Sin turismo internacional en tanto sigan cerradas las fronteras, tampoco van a venir los equipos de esquiadores, apuntó. “Hay gente de Alemania, Francia, España, Italia, Eslovenia que tienen reserva en hoteles pero no creo que puedan venir”, sostuvo, previendo que habrá cancelaciones.

“Es un año complicado a nivel nacional, no solamente para nosotros, pero tenemos que agregar que somos aerodependientes en nuestro caso. En otros lugares la gente se puede mover por tierra dentro de la misma provincia, y hay que ver también si podrán pasar de una provincia a la otra”, observó sobre las dificultades del turismo interno también.

“Es un año para ponerle el pecho y pasarlo al olvido”, definió Begué, que se verá obligado a postergar las obras proyectadas. “Para esta temporada íbamos a inaugurar el túnel pero tuvimos que parar la construcción. Compramos una máquina nueva con malacate y teníamos inversiones para dos años más en un medio nuevo y una pista de descenso con nieve artificial”, repasó.

Con respecto a los que ya compraron los pases, en caso de que no reabra el cerro, informó que podrán usarlos en la próxima temporada.