De la misma forma que con los impuestos de los vecinos de Ushuaia, Walter Vuoto mantiene con abultados haberes a una camada de La Cámpora en la delegación que el municipio tiene en Capital Federal, ahora se conoció que la misma práctica tiene el Intendente Gustavo Melella.

Esta semana trascendió que el dirigente político Gustavo López, titular de FORJA tiene un jugoso contrato con el municipio por más de cien mil pesos que pagan los vecinos de Río Grande.

Recordemos que la agrupación política FORJA es el resultado de un simulacro que hizo el “Cristinismo” para venderle a la sociedad, que una parte del radicalismo estaba con el FpV.

Se trata del mismo sello de goma que compró Melella para separarse del radicalismo fueguino y armar su propia agrupación política.

Ahora resulta ser que el dirigente político Gustavo López funcional al “Cristinismo” y a La Cámpora, es un asesor privilegiado del municipio riograndense, aunque muchos sostienen que en realidad se trata de un  “ñoqui encubierto” que Melella trato, por todos los medios, mantener en secreto.

Lo cierto es que este ñoqui VIP es bancado con los impuestos de los vecinos de Río Grande, su relación laboral con el municipio esta disfrazada bajo la modalidad de “Locación de Servicios profesionales” y percibe un monto cercano a los 108 mil pesos.

El contrato de López no es el único, hay quienes sostienen que existe una docena de este tipo de contratos donde el municipio paga con los impuestos de los vecinos sumas millonarias y los beneficiarios en muchos de los casos ni siquiera conocen la ciudad de Río Grande.

Otro de los escándalos que tiene que ver con los famosos  “ñoquis de Melella” fue denunciado días atrás por el funcionario provincial Mauro Coronel, quien sostuvo que la mayoría de las juntas vecinales de la Margen Sur están coaptada por  el municipio y sus presidentes en lugar de ser fieles representantes de los intereses barriales, son punteros político de Melella, denunció el funcionario.

“Los pone el municipio porque son punteros políticos de ellos y después terminan trabajando en el municipio y ahí es cuando se olvidan de los problemas de la gente”, aseguró Coronel.

Lo cierto es que se trata de un secreto a voces que todo el mundo conoce, los presidentes de los barrios de la Margen Sur son hombres o mujeres que muchos de ellos son puestos a dedos por el Intendente Gustavo Melella y coaptado de diferente modo. Cuando no es un cargo directo en el municipio sobre quién manda en la junta vecinal, es un cargo para un familiar directo o una obra en el municipio que reditúa jugosas ganancia. La coaptación de los dirigentes barriales en la Margen Sur es una verdadera vergüenza.

Por allí, se filtran cientos de miles de pesos del presupuesto municipal que bien podrían ir a las demandadas obras de servicios básicos. Nada de esto sucede, esos fondos municipales  van a parar a los bolsillos de éstos supuestos dirigentes barriales.

De una forma u otra, con punteros políticos en la Margen Sur o en Capital Federal, los recursos de los riograndenses son dilapidados en las narices de la mayoría automática, que Melella tiene en el Concejo Deliberante. Una vergüenza.