Días atrás los fueguinos vieron recorrer unas fotografías en las redes sociales y los medios de comunicación con una imagen aterradora, se trataba de Consuelo Ávalos quien circulaba a pie cuando fue atacada ferozmente por unos 7 perros , lesionándola en más de 30 partes del cuerpo e incluso le arrancaron el cuero cabelludo. La mujer salvó su vida de milagro, luego de luchar por más de diez minutos con los animales, hasta que fue socorrida por dos turistas que llamaron a los servicios de emergencias.  

De no haber sido por la difusión de las imágenes el caso hubiese sido uno más de los casi mil denunciados por año. Solo en año pasado en Ushuaia hubo 640 denuncias, mientras que en el mismo periodo en Río grande hubo unas 350 y unas 90 en Tolhuin.

En la zona rural, camionetas cargadas de corderos masacrados son imágenes casi de rutina. Casi todos los especialistas coinciden en un punto. Los perros en la isla están fuera de control y los responsables de esta situación son los Intendentes.

El peor foco de infección de esta crisis está en Ushuaia, mientras que Río Grande se ha transformado en una verdadera usina generadora de perros asilvestrados que luego migran a zonas rurales, siendo las ovejas sus principales víctimas.

Ninguna de las asociaciones que lucha contra la “eutanasia canina” salió a solidarizarse con Consuelo Avalos quien padeció el ataque de los perros varios días en el nosocomio local, ni siquiera el Intendente hizo púbico su postura. Casi todos se aterran cuando se habla de la “eutanasia” como freno a este flagelo.

Los primeros en poner el grito en el cielo son estas “asociaciones” a través de las redes sociales, en realidad nadie quiere ver una camioneta cargadas de perros masacrados al igual que los corderos, pero la realidad es que los perros en la isla es un flagelo fuera del control de quienes tiene que controlar. Y sus consecuencias directas la sufre la población y esta población son vecinos, que más allá de pagar sus impuestos, están expuestas, al terror de este flagelo.

Muchos se hablaron de las campañas de “tenencia de mascota responsable” es decir de educación a la población y sus virtudes, también se habla de la castración para el control de la población canica y otras cuestiones que hace que esa población canina no se salga de control.

Lo que sucede, es que hoy en día estamos hablando de un flagelo fuera de control, estamos hablando de una persona que salvo su vida de milagros y de cientos de corderos atacados a diarios en las zonas rurales, estamos hablando de más de mil denuncias que se hicieron el año pasado y este año vamos por más.

La realidad indica, que el tema de los perros supero a las previsiones municipales si es que se hicieron como corresponde.

Nadie quiere hablar de “eutanasia canina”. Muchos menos los intendentes en época de campaña. Cuando se le pregunto al Intendente Walter Vuoto sobre el ataque de la vecina en la “Misión baja” hablo de la campaña de “tenencia de mascotas” y de las estadísticas de castración, así eludió el tema de fondo, que no es otra cosa que reconocer que la población canina en Tierra del Fuego está fuera de control y sus amenazas a la población civil crece día a día.

El privado los Intendentes Gustavo Melella y Walter Vouto reconocen que el tema los sobrepaso. Pero si uno mira los presupuestos establecidos para cada “dirección de Zoonosis” vasta y sobre para entender porque los perros, hoy en día, son un flagelo.

Días atrás cuando se conocieron las estadísticas sobre los ataques de perros a personas, el Concejal de Ushuaia Juan Manuel Romano pidió la interpelación de los responsables de Zoonosis en Ushuaia y dijo  que  “la situación de los perros en la ciudad se basa en tres pilares interconectados y fundamentales: la castración masiva gratuita en forma extendida, campañas de concientización y el empadronamiento (chipeo). Hoy hay más de 3 meses de espera para hacer una castración por falta de insumos, no hay campañas de “tenencia responsable” y el área de Zoonosis funciona sin recursos ni espacio ni estrategia” dijo el funcionario.

Río Grande una usina perros….

En el territorio de Gustavo Melella la situación es distinta a la de Ushuaia, pero atravesadas por un común denominador, la población canina esta fuera de control. Incluso en el municipio de Río Grande, se habría detectados empleados de Zoonosis contagiados de “brucelosis canina” un riesgo que también comparte la población que entra en contacto con estos animales portadores de la bacteria.

La historia tiene un tiempo, pero todo se mantuvo bajo estricto silencio por orden superior. El caso encierra a una trabajadora del sector que habría perdió su bebe y disparó todas las alarmas. De inmediato todos los trabajadores del sector municipal hicieron un estudio en los laboratorios bacteriológicos del hospital Malbran. Los resultados habrían dado positivo en la totalidad de los empelados municipales estudiados. Desde este episodio poco claro, el departamento de Zoonosis de la municipalidad de Río Grande mantiene bloqueado los accesos a la información. Nadie dice una sola palabra de lo ocurrido.

La problemática de los perros en grave, sucede que la población descontrolada de canes en Ushuaia, merodea la ciudad y hasta convive en ella, mientras que en Río Grande, muchos de estos perros que genera la misma población, migran a las zonas rurales y encuentran en el ganado ovino un motivo para quedarse formando jaurías asesinas.  

Pese a tener instalado hace poco un cerco de 16 kilómetros para evitar que estas jaurías ataquen al ganado, las fotos de la semana pasada de una camioneta cargada de corderos masacrados, puso otra vez sobre la mesa esta problemática que parece no tener fin.

Frente a las evidencias que cada año se multiplica, el Dr. Adrián Schiavini, manifestó que la única manera de controlar este flagelo es mediante la eutanasia, también desde el sector ganadero a favor de ésta metodología de control.

La presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, Lucila Apolinaire, afirmó que “no son perros asilvestrados, son perros de la ciudad que diariamente se dirigen a los campos cercanos”. Y señaló que ante el descontrol actual “creo que es momento de sentarse seriamente y usar la ventana que tiene la Ley, y poder por un tiempo destrabar esto de provincia no eutanásica, para controlar la población canina”.

“Están los asilvestrados que ya están de por si instalados en el campo y están estos otros perros que migran todos los días desde la ciudad a los campos en los alrededores de Río Grande que son los que anoche perpetraron este ataque y murieron toda esta cantidad de ovejas”, indicó y explicó que “los animales lo hacen como un juego, donde lamentablemente mueren ovejas”.

Según la titular de la Asociación Rural el problema no es la falta de normativa, que es abundante y específica. “Es una pena porque en el caso puntual de Río Grande tenemos una ordenanza maravillosa consensuada entre el Colegio de Veterinarios, los concejales, autoridades de Zoonosis, gente de la comunidad científica y lamentablemente no se cumple porque la ordenanza dice que no deben haber perros sueltos en la calle, pero para que estos perros lleguen hasta ahí es porque están sueltos”.

Y recordó que “esta nueva Ley tiene una ventana, que ante una situación de emergencia que yo creo que ya estamos en emergencia, se puede utiliza” dijo y agregó que “no quiero pensar qué va a pasar el día que se muera una persona en Tierra del Fuego a causa de los perros, en otras partes ya ha pasado”.

Además indicó que “muchas veces ocurre que las direcciones de Zoonosis no cuentan con presupuesto pero tienen que hacerles saber a sus intendentes y concejales que no están pudiendo cumplir porque no cuentan con presupuestos y los municipios a veces invierten en cosas son tan importantes como la salud pública”.