Procesando. Por favor aguarde...
La historia nos cuenta que un gobierno electo por la mayoría de los fueguinos, tuvo como bautismo de gestión una encendida y violenta oposición encabezada por los gremios Estatales y fogoneada por los Intendentes de Ushuaia y Río Grande. Fueron cien días de zozobra e intento de desestabilizar al gobierno provincial. Por más que los gremialistas no quieran reconocerlo y mucho menos los Intendentes que actuaron agazapados, el intento por derrocar a Bertone y sacarla del poder fue intenso y perduro largos cien días, hasta que se terminó evaporando en las narices de los mismos dirigentes que tuvieron que buscar otra forma de hacer oposición política.
Es por eso que escuchar al propio Marcelo Córdoba, dirigente del ATE, decir que le “parece injusto que la Gobernadora pague un costo político por acercarse al gobierno nacional” trae a la memoria - incluso de los más distraídos- aquellos días de incertidumbre, violencia y sobre todo pérdida de tiempo y dinero para el grueso de la población fueguina que miraba impávido como los campamentos de la “unión de Gremios” dominaban la escena, condenando la política del gobierno de Bertone.
Pasó un poco más de un año del intento por “voltear” al gobierno. Hoy tímidamente los gremialistas comienzan a reconocer cuan equivocados estaban, al condenar al gobierno de Bertone por su acercamiento al gobierno de Macri. También había otros sectores como la Cámara de la Construcción, el gremio de los petroleros y otros que comienzan a ver la realidad de otra forma, tal vez ayudados por el tiempo transcurrido que expone la realidad sin tapujos.
“Lo que no te mata te fortalece” reza un viejo refrán al cual el gobierno lo adoptó como propio. Bertone supo aprovechar el conflicto gremial fogoneado fuertemente por los Intendentes, para aceitar las relaciones con el gobierno Nacional. De ese juego de poder, la provincia salió fortalecida: Institucionalmente porque Bertone pudo doblegar a los gremios y capear la intentona del golpe, sin recurrir a las fuerzas y mucho menos a la represión. Y económicamente, la provincia se vio favorecida por un gobierno nacional que volcó recursos que permitieron funcionar como amortiguador de la dura crisis socioeconómica que sacude al país en todos sus extremos.
Sí bien la situación de crisis aún se hace notar en muchos sectores, Tierra del Fuego tiene un espejo donde mirarse si hubiese elegido otra forma de relacionarse con el Gobierno Nacional. En la provincia de Santa Cruz, aún no han comenzado las clases, el mercado interno está completamente deprimido y los Estatales aún no cobran su sueldo de Febrero, la semana pasada la gobernadora Alicia Kirchner, quedo encerrada en la Casa de Gobierno santacruceña por los propios gremios Estatales. El panorama de Santa Cruz es desolador.
Tal vez el gremialista y jefe del ATE riograndense reparo en lo que ocurre en Santa Cruz, antes de hablar del gobierno de Bertone.
Aún está en el observatorio, la reconversión de la Ley 19.640, por el momento todo indica que hay una incipiente estabilización en los despidos en el sector de las electrónicas, siendo el verdadero desafío de esta “reconversión del parque industrial” su capacidad por absorber los despidos de ese sector, que a la postres se trata del sector que más sufrió y sufre el modelo de la economía nacional.
Bertone se encuentra en el exterior con un equipo de técnicos procurando recursos extraordinarios a través de un crédito de 200 millones de dólares que le podrían imprimir a la provincia un giro dinámico en medio de la crisis. Obras largamente postergadas podrían motorizar la economía fueguina.
El turismo viene de cerrar una temporada mucho mejor que la del año pasado, la actividad petrolera ha comenzado a mostrar los primeros índices positivos de recuperación de la productividad.
Hay un panorama que es alentador en medio de la crisis, aún en medio de un año político, por lo pronto, ya hay quienes entendieron cual es la función primordial de quien tiene la responsabilidad de gobernar un Estado, como es nuestra provincia.
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