En abierto desafío a las presiones internacionales y las peticiones de clemencia de familiares, Indonesia ejecutó ayer en la isla prisión de Nusakambangan a ocho condenados por narcotráfico, siete de ellos extranjeros.

Dos australianos, un brasileño, cuatro nigerianos y un indonesio murieron frente a un pelotón de fusilamiento de 12 tiradores. Otra condenada a muerte, la filipina Mary Jane Veloso, fue separada del grupo a último minuto, después de que una persona sospechosa de haberla reclutado y engañado para que llevara droga al país se entregó a las autoridades.

Los condenados recibieron la notificación de la ejecución a última hora del sábado, un preaviso de 72 horas, mientras que los familiares pudieron visitar por última vez a sus familiares unas horas antes de la ejecución, que tuvo lugar en la cárcel de alta seguridad conocida como "el Alcatraz indonesio".

El presidente indonesio, Joko Widodo, intransigente sobre la aplicación de la pena de muerte por narcotráfico, hizo oídos sordos a los llamamientos de clemencia y a las presiones diplomáticas. Australia, la Unión Europea y Francia advirtieron que la condena tendría un impacto en su reputación.

Los condenados al pelotón de fusilamiento eran de Australia, Brasil, Nigeria e Indonesia

Además de Indonesia, la pena capital por narcotráfico en la región se aplica en Malasia, Vietnam, Tailandia y Singapur