Procesando. Por favor aguarde...
El legislador porteño señaló que se trata de la "crónica de una tragedia perfectamente evitable"
Dos chicos murieron en un taller clandestino del barrio porteño de Flores luego de que en la madrugada se produjera un incendio por un escape de gas. La casa de la calle Páez 2796 había sido denunciada por vecinos y organizaciones, pero nunca nadie se acercó a registrarla.
"La Justicia y el gobierno de la Ciudad estaban anoticiados hace por lo menos 7 meses. El 24 de septiembre de 2014 nosotros presentamos una denuncia sobre seis talleres clandestinos. Uno era este", reveló el titular de la ONG La Alameda, Gustavo Vera.
El legislador porteño señaló que se trata de la "crónica de una tragedia perfectamente evitable", ya que tanto la comisaría 5, como la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y el gobierno porteño estaban al tanto del caso.
"Ni siquiera fueron a tocar el timbre a ver qué pasaba", cuestionó Vera, en diálogo con radioAmérica. El año pasado, junto a La Alameda, había hecho una presentación ante la Protex para denunciar el taller de Páez 2796, otros cuatro que todavía trabajan sobre la misma cuadra y otro que se encuentra a la vuelta: "Lo que hicieron fue mandar un oficio al Ministerio de Justicia de la Nación y al gobierno de la Ciudad para que informen si tenían conocimiento de alguno de estos talleres. Y mirá lo que son las paradojas de la vida. El jueves de la semana pasada llega un oficio oficial del gobierno de la Ciudad diciendo que sobre los mencionados talleres no había antecedentes. En idioma romance, significa que no había habido inspecciones o que, si las hubo, no habían encontrado nada".
Pese a las dos muertes, Vera asegura que nada cambió en esa cuadra: "En frente de este taller hay otro, que es el de Páez 2755, que lo regentea un ciudadano de nacionalidad china. Además de tener a la gente tan encerrada y hacinada como el lugar que se incendió, tiene caldera adentro. Los vecinos tienen terror de que explote porque vuela toda la manzana".
En las primeras horas del lunes, un escape provocó un incendio en el taller clandestino que preparaba ropa para los negocios de la calle Avellaneda. Debido a que la casa estaba completamente enrejada y tapiada, dos niños, de 7 y 10 años respectivamente, no pudieron huir del lugar.
"Los inspectores de la Ciudad son los que van a tener que dar explicaciones. Si no estuviera denunciado, de cualquier manera los vecinos se habían comunicado reiteradamente con el gobierno de la Ciudad y la comisaría manifestando su preocupación por estos talleres", anticipó Vera.
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