Procesando. Por favor aguarde...
Una vez más las votaciones en el Congreso de la Nación, dejan al desnudo los verdaderos intereses de quienes ocupan una banca en nombre de las necesidades de sus respectivas provincias.
Este es el caso los diputados fueguinos, que votaron el presupuesto nacional dejando en claro que primero están sus intereses político por sobre las necesidades de todos los fueguinos.
Los tres camporistas, Martín Pérez, Matías Rodríguez y Analuz Carol, junto “Zurdo” Martínez levantaron sus manos para votar en contra de la aprobación del presupuesto nacional, solo el oficialista Gastón Roma voto por la afirmativa.
Sin fundamentos y esgrimiendo un egoísmo teñido por el desparpajado, los diputados fueguinos vienen oponiéndose a todas las iniciativas del gobierno central, sin ni siquiera reparar que muchas de estas herramientas legislativas le permiten a nuestra provincia hacerse de fondos para enfrentar la “crisis” o la tan mentada Obras Pública.
La votación de ayer, donde estos cuatros diputados se opusieron al Presupuesto nacional deja expuesto el doble discurso de estos “dirigentes”.
Son los mismos que caminan la provincia pregonan la necesidad de crear fuentes de trabajo, de avanzar en la obras publicas esenciales para vastos sectores de la sociedad fueguina, como son las ampliaciones hospitalarias, la construcción de escuelas, pavimentación de rutas, gasoductos y otras tantas obras que necesita nuestra isla, ese discurso de barricada en tierra fueguina, choca de frente con la postura que asumen desde su banca.
El presupuesto nacional es un tema que convoca a todos los gobernadores provinciales a discutir, entre otros temas, fondos para cada una de las provincias. Más allá de la ley de coparticipación, el presupuesto que se discutió en la Cámara baja les dio la posibilidad a todos los gobernantes de “pelear” fondos para obras públicas, muchas veces postergadas en el tiempo.
La férrea postura de Rosana Bertone de plantarse al gobierno nacional y forjar la introducción en el presupuesto de remesas “extraordinarias” que sin duda alimentará nuestro presupuesto provincial, no fue tenida en cuenta por estos diputados. Ellos prefirieron mantener intacta su postura de “oposición” amén de hacer valer su “ideología” sea esta de “La Cámpora” o la izquierda criolla que dicen representar.
El capricho político de oponerse a todo lo que el gobierno nacional envíe a la Cámara de diputados, aún siendo una norma que pueda beneficiar a la provincia, pone sobre relieve la moral y el doble discurso de estos diputados.
El presupuesto nacional que fue aprobado, conto con el voto de la mayoría de los diputados que dejaron de lado la politiquería y decidieron ayudar cada uno a su provincias, no siendo el caso de los diputados fueguinos. Una verdadera vergüenza.
Seguramente que a su regreso y paseando por la provincia, cada diputado que hoy voto contra los intereses de la provincia, ensayará un discurso para la tribuna, algunos se pondrán frente a marchas de trabajadores pidiendo “conservar las fuentes laborales”, otros pulularán por los medios amigos con su doble discurso exigiendo al gobierno provincial las “obras que la sociedad demanda” al tiempo que le va a reclamar a la Nación el envió de “fondos frescos” que ayuden a palear la “crisis” y otro seguramente se quedaran en su casa tomando mate, al fin y al cabo y cuando termine el mes, una dieta de casi 150 mil pesos engordará su billetera.
La sociedad fueguina debe condenar este doble discurso, sentarse en una banca y votar por su posicionamiento político en desmedro de las necesidades de los fueguinos, es un acto repudiable.
Los legisladores nacionales deben saber que la sociedad fueguina no está desconectada de la realidad que ellos viven dentro del recinto.
Los tres diputados de La Cámpora, (Pérez, Martínez y Carol) más el “socialista” de la UOM (Zurdo Martínez), deben entender que “su lucha” no pasa por su re elección o por sostener sus supuestas “convicciones política”, su deber supremo pasa por la búsqueda permanente de las soluciones a las múltiples necesidades que tiene el pueblo, en este caso el pueblo fueguino, ese mismo pueblo al que le piden el voto de confianza, para llegar a una banca legislativa.
Por suerte la aprobación del presupuesto nacional no dependía de los legisladores fueguinos. Hubo en el bloque kirchneristas quienes supieron despojarse de sus intereses personales y privilegiar los intereses de sus coterráneos, como el caso de los legisladores Luis Basterra, el formoseño que es vicepresidente de la bancada K, Juan Carlos Díaz Roig e Inés Lotto de Formosa, Sandra Castro y Héctor Tomas de San Juan integrante de La Cámpora cuyana, José Luis Gioja presidente del PJ, Carolina Gaillard y Lautaro Gervasoni del FpV de Entre Ríos, Miriam Gallardo y Mirta Soraire de Tucumán, Daniel Di Stéfano de Misiones y Sandra Mendoza del Chaco entre otros diputados que son kirchneristas, entendieron de las necesidades de sus provincias. Esas mismas necesidades que nuestros diputados no supieron ver o más privilegiaron su posicionamiento político.
Lo cierto es que con el apoyo de una parte de la oposición, pese a la actitud de nuestros diputados fueguino, el macrismo logró que la Cámara de Diputados apruebe y gire al Senado el proyecto de ley de Presupuesto 2017.
La iniciativa, que sufrió cambios de último momento, fue respaldada no solo por el oficialismo y sus aliados, sino también por el Frente Renovador de Sergio Massa, el Bloque Justicialista de Diego Bossio, el Frente Amplio Progresista y hasta el kirchnerismo. No por toda la bancada del Frente para la Victoria, pero sí una buena parte de sus legisladores.
Mucho tuvo que ver la intervención de los gobernadores entre los que se encontraba Rosana Bertone, los cambios de último momento le garantizaron más fondos para las provincias.
Se reasignaron $4.500 millones para obras públicas, se destinaron otros $5.000 millones al Fondo Solidario Federal, que se distribuye automáticamente entre las provincias para obras de infraestructura, y se dispuso el reparto automático de $8.000 millones para afrontar las deudas de las cajas provisionales de las provincias.
Pese estos cambios que benefician directamente a las provincias, nuestros diputados, con la excepción de del diputado Roma, votaron en contra.
Ahora es tiempo del Senado, allí la situación es otra, donde seguramente contrastará con actitud mezquina de los diputados, allí donde el doble discurso y la moral quedo expuesta a flor de piel.
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