
Procesando. Por favor aguarde...
Tomando distancia de CFK. Las elecciones para convencional constituyente asoman como un desafió enorme, allí anidan sus esperanza de volver a ser candidato a gobernador por tercer vez.
Hay dirigentes que son optimistas y que creen que durante el próximo año se llegará a un acuerdo forzado por las circunstancias electorales. Algunos entienden que la única salida es que CFK entienda que no puede volver el tiempo atrás y que para el peronismo, al menos por ahora, no hay un candidato que tenga más potencia electoral que el gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Bajo esta primicia, Kicillof sentó al gobernador Melella en compañía del gobernador formoseño, Gildo Insfrán, el pampeano Sergio Ziliotto y Ricardo Quintela de La Rioja. La reunión de este quinteto busco enviar una clara señal a la expresidente Cristina Kirchner.
El más duro con Cristina fue el formoseño quien habría sostenido que “El peronismo es un quilombo y estamos atados a lo que pase en la interna bonaerense. Cristina debería bajar la exposición. Salir del balcón. Sino le da de comer al Gobierno” dijo y agregó “Si esta interna no se resuelve, los gobernadores avanzarán con algo propio. No se van a detener y el único perjudicado sos vos Axel, que te vas a quedar ahí empantanado”, dijo Isfrán trasladando al mismo tiempo una idea que está en la cabeza de muchos intendentes del conourbano.
En distintas provincias del país hay coincidencia en que al peronismo nacional le afecta la falta de conducción. “La vida del partido es una agonía el peronismo siempre representó mayorías y construyó con todos. Si eso no cambia, con el sello y los recuerdos no alcanza”, fue la reflexión del riojano.
A su turno Melella, dijo que vino a la reunión porque “Quiero ser pare del nuevo armado” y agregó “La unidad en el kirchnerismo es endeble, los enojos abundan, la desconfianza es permanente, la necesidad de reinventarse es compartida desde las bases hasta la cúpula” sostuvo el gobernador agregando que “Hay cierto consenso de que hay que terminar el año en paz y que a partir del 2026 la discusión sobre la identidad, el proyecto y los liderazgos tomará una mayor velocidad”.
De la misma forma que Gustavo Melella se adueñó de FORJA para saltar del radicalismo al kirchnerismo, ahora piensa en su nuevo armado político que le permita alejarse del “Cristinismo” y recalar en el armado del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Lo cierto es que el peronismo es un manojo de problemas. La falta de conducción nacional, las estelas de la derrota en la mayor parte del país, las pujas provinciales de las distintas tribus justicialistas, las tensiones constantes en los dos bloques legislativos y las posibles fugas, sumado a la pelea de fondo entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, conformaron un combo letal.
Sobre este escenario y con la mente puesta en su proyecto de la rere-elección Melella trabaja contra reloj. Su relación con el Intendente Vuoto esta puesta en tela de juicio, mientras que con Martín Pérez no hay dialogo, solo reproches. Las relaciones con sus socios, el Mopof de los Löffler entro en un camino sin retorno, salvo que el interés por el poder y el manejo de las cajas vuelva a cruzarse, es difícil imaginar un nuevo acuerdo entre los representantes del dirigente Sergio Maza y el gobernador, aunque viendo a los actores en juego no se puede anticipar nada.
Lo cierto es que Melella tiene por delante una tarea política titánica. Las elecciones para convencional constituyente asoman como un desafió enorme, allí anidan sus esperanza de volver a ser candidato a gobernador por tercer vez. Frente a éste deseo tiene a los libertarios que se mueven envalentonados tras el último triunfo en las urnas, que los dejo posesionados en un lugar privilegiado para las elecciones del 2027. No hay mucho tiempo por delante, por ahora Melella toma carrera para alejarse lo más posible de CFK y ubicarse a la sombra del armado del gobernador bonaerense. Mb.-
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