La doctora Pastori declaró en indagatoria tras la lectura de las acusaciones y relató que se indujo el parto «por que en este caso no representada riesgo para madre ni el bebé», era una cuestión «electiva» y «aconsejable» pero sin recomendación médica».

«En mujeres de bajo riesgo no es necesario el monitoreo fetal continuo, puede reemplazarse con auscultación», dijo. Agregando ademas con un monitor portátil que presentó en su declaración.

«No había factores de riesgo que ameritaran conectarla al monitor fetal de la clínica que es el que deja un electro impreso». No se usó por que «no fue necesario» dijo reiterando se usó el monitor portatil «no recuerdo la cantidad pero fueron muchas, no escribimos todo lo que hacemos».

No hubo ningún alerta, ninguna alteración importante que cambiará a una monitorizacion continua, resumió.

Mencionó tres monitoreos con el monitor de la clínica y que después de romper bolsa la paciente la conectó al monitor fetal de manera permanente. «A las 16.20 me llama Rodolfo -el otro imputado- que bajó la frecuencia del bebé. Me fui del consultorio y a las 16.51 nació por cesárea. Salió blanco pálido que no es habitual, no había ningún indicio de alteración y recuerdo que el cordón era corto», relató.

«Nunca lo escuchamos llorar, nace fallecido y se intentaron todas las maniobras de reanimación», expresó.

«La vasculopatía fetal trombótica puede tener factores predisponentes en la paciente, pero no hay signos clínicos o forma de detectarlo sino con un estudio de placenta post nacimiento», dijo, concluyendo que «con un monitoreo continuo esto no hubiera tenido otro resultado», dijo dando cuenta del que consideró era un final imprevisible e inevitable.

Finalmente el restante imputado, el obstetra Rodolfo Guido Pérez, se remitió a su declaración en instrucción y solo aclaró algunos tecnicismos, tras lo cual el Tribunal pasó a un cuarto intermedio para mañana cuando empiecen a declarar los testigos.