Por primera vez en meses, las autoridades israelíes permitieron ayer que camiones con ayuda humanitaria ingresaran directamente a la franja norte de Gaza, en un desarrollo significativo en medio de la crisis humanitaria que atraviesa el territorio palestino.

Los 56 camiones del Programa Mundial de Alimentos de la ONU fueron transferidos al norte de Gaza a través del cruce de Zikim, también conocido como cruce de Erez West, anunció el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT, por sus siglas en inglés).

COGAT indicó que la medida se produjo “tras la aprobación del escalón político y por recomendación de las autoridades de seguridad”.

El movimiento marca un cambio en la política israelí, que desde que reanudó las entregas de ayuda a Gaza el 19 de mayo —después de una pausa desde el 2 de marzo— solo había permitido el ingreso de camiones a través del cruce de Kerem Shalom en el sur de la Franja.

La reanudación de la ayuda al norte de Gaza ocurre en un contexto de creciente violencia y controversia en torno a los mecanismos de distribución de alimentos establecidos por Israel y Estados Unidos en el territorio palestino.

Violencia en puntos de distribución

En desarrollos paralelos, el Ejército israelí mató esta madrugada a 29 gazatíes e hirió a otros 200 cerca de varios puntos de distribución de alimentos en el centro y sur de Gaza, confirmaron fuentes médicas a la agencia EFE.

Al menos 13 personas murieron, incluidos niños, y unas 170 resultaron heridas en las inmediaciones del complejo militarizado cerca del Corredor de Netzarim, en el centro de Gaza, según el último balance del Hospital Al Awda en Nuseirat. El hospital atribuyó las muertes a “balas y drones israelíes”.

Otros 16 gazatíes murieron y decenas fueron heridos en ataques cerca de los dos puntos de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF) en los barrios de Tel al Sultán y el Saudí, en la sureña Khan Younis, confirmaron fuentes desde las morgues.

Sistema controvertido

El nuevo sistema de distribución de ayuda, respaldado por Israel y Estados Unidos, ha estado plagado de controversias y violencia desde su inicio el mes pasado. Decenas de personas han muerto en tiroteos casi diarios mientras las multitudes se dirigían hacia los sitios de distribución de alimentos dentro de zonas militares israelíes.

Las Naciones Unidas y los principales grupos de ayuda han rechazado la iniciativa respaldada por Israel y Estados Unidos, acusándolos de militarizar la ayuda humanitaria en un momento en que los expertos dicen que Gaza está en riesgo de hambruna debido al bloqueo israelí y la renovada campaña militar.

La semana pasada, Israel reconoció que está apoyando a grupos armados de palestinos en lo que dice es un movimiento para contrarrestar a Hamas. Una de estas milicias, liderada por Yasser Abu Shabab y que se llama a sí misma las Fuerzas Populares, dice que está custodiando los puntos de distribución de alimentos establecidos por la GHF en el sur de Gaza.

Escalada de violencia

La tensión se intensificó este jueves cuando una unidad de la fuerza policial dirigida por Hamas dijo que mató a 12 miembros de la milicia respaldada por Israel después de detenerlos. Horas antes, un grupo de ayuda apoyado por Israel había dicho que Hamas atacó un autobús que transportaba a sus trabajadores palestinos, matando al menos a ocho de ellos.

Hamas ha rechazado el nuevo sistema y amenazado con matar a cualquier palestino que coopere con el ejército israelí. El grupo dice que los asesinatos fueron llevados a cabo por su unidad Sahm, que Hamas dice haber establecido para combatir el saqueo.

Las autoridades israelíes y estadounidenses argumentan que el nuevo sistema es necesario para evitar que Hamas desvíe la ayuda del sistema tradicional dirigido por la ONU, que es capaz de entregar alimentos, combustible y otra ayuda humanitaria a todas las partes de Gaza.

Los funcionarios de la ONU niegan que haya habido algún desvío sistemático de ayuda por parte de Hamas, pero dicen que han luchado para entregarla debido a las restricciones israelíes y el colapso del orden público en Gaza.

La guerra comenzó cuando terroristas liderados por Hamas atacaron el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y tomando 251 rehenes. Aún mantienen 53 cautivos, menos de la mitad de ellos se cree que están vivos.

La campaña militar israelí mató a más de 55.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que ha dicho que las mujeres y los niños constituyen más de la mitad de los muertos. No especifica cuántos de los muertos eran civiles o combatientes.