El gobernador de Chubut Ignacio Torres conversó con el equipo de “Alguien tiene que decirlo” y explicó cómo será el paquete de leyes que busca implementar en su provincia “para termimnar con el garantismo berreta”.

Torres lanzó un paquete de leyes que, aseguró, tienen “un anclaje en la calidad institucional que perdió Chubut con el gobierno anterior”. Desde sus redes, el gobernador indicó: “Chubut va ser la primera provincia en donde los presos tendrán que trabajar para devolverle a los contribuyentes el esfuerzo fiscal que se destina a mantener el sistema penitenciario provincial. Lo dijimos el primer día y lo reafirmamos ahora: en Chubut, los que van a tener que vivir preocupados son los delincuentes”.

En “Alguien tiene que decirlo”, el gobernador patagónico se explayó y remarcó: “Mi provincia fue noticia sistemáticamente por causas de corrupción y papelones institucionales. Por eso decidimos hacer una cuestión excepcional y avanzar en un comando judicial, que sea permanente”.

“Los presos no trabajan en en ningún lado, salvo algunas capacitaciones que se dan, que incluso son remuneradas en muchos casos”, explicó Torres, quien aseguró que en la provincia hay un un sindicato de presos “que actúa a través de de algunas organizaciones no gubernamentales o fundaciones, poniendo palos en las ruedas sistemáticamente con amparos”.

Sobre la decisión de hacer que los detenidos trabajen en forma gratuita para pagar el sostenimiento del sistema

“Esta medida es importante”, resaltó Torres, quien sostuvo que desde el Gobierno “queremos que los presos arreglen las cárceles, que arreglen los bancos de las escuelas de Chubut y que lo hagan gratis para devolverle a a todos los chubutenses algo de todo ese esfuerzo fiscal que se va en el sostenimiento del Sistema Carcelario Provincial que no es poco”.

En cuanto al costo de los detenidos, Torres explicó que cuando llegaron al Gobierno, el mismo era de alrededor de ciento noventa mil pesos mensuales. “Lo bajamos porque antes se les daba el alimento y ellos hacían las viandas. Decidimos terciarizar justamente para bajar los costos porque era una locura. Estaban consumiendo más de un kilo de carne por día, que era alimento que se robaba y se vendía de manera ilegal”, remarcó.

“Hoy en Chubut los presos no cobran, pero tampoco están obligados a realizar ningún tipo de contraprestación. Hoy el costo es considerable y la verdad que los contribuyentes no reciben ningún tipo de beneficio y hay mucho tiempo ocioso que se podría hacer productivo desde el arreglo de los bancos de las escuelas hasta la compra de cama para los hospitales, arreglar las propias cárceles. Es una cuestión más de simbólica y de reparación para el contribuyente que una cuestión de impacto económico”, consideró.