Procesando. Por favor aguarde...
De un lado esta nuestra provincia que de 5 diputados que tiene actualmente pasaría a tener un solo representante en la Cámara de Diputados, mientras que del otro extremo está Buenos Aires que de 70 diputados que tiene en la actualidad pasaría a tener 97 bancas, así lo dispone la nueva Ley de “representación Legislativa” que giro el gobierno nacional, dentro de la Ley ómnibus y que pretende aprobar.
Cuando aún no se habían acallado las voces por el polémico Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que entró en vigencia el viernes y con el que Javier Milei aspira a desregular parte de la economía del país, el Presidente redobló la apuesta y envió al Congreso un proyecto de “ley ómnibus”, que abarca una enorme cantidad de cuestiones. Entre muchas de ellas, pretende reformar la representación legislativa, al eliminar los 3 diputados “extras” por distrito y el piso mínimo de 5 diputados por provincia, lo que disminuiría la cantidad de diputados en 16 provincias con menor densidad poblacional. El texto busca establecer una nueva base para el cálculo de bancas por habitantes por lo que la Cámara baja pasaría de 257 a 254 bancas, ya que se reduciría la representación de distritos con menos población.
La inesperada propuesta busca modificar la ley 22.847, firmada en julio de 1983 por el general Reinaldo Bignone, y aumentar los votos necesarios para que un legislador sea elegido en Diputados. La sorpresiva redistribución de escaños toca un tema “sensible”, ya que requerirá un consenso que atraviesa los partidos políticos y se vincula directamente con los intereses de las provincias, donde pisan fuerte los gobernadores y su influencia en los legisladores de sus distritos. De concretarse, generaría una nueva configuración política del país, alterando significativamente la influencia y el poder legislativo de varias provincias frente al gobierno central, en especial Buenos Aires.
Esta sería la provincia más beneficiada ya que ganaría 27 diputados porque hoy, de hecho, es la que tiene una representación menos acorde con su población. Así, de los 70 actuales pasaría a 97, lo que incrementaría significativamente su peso en las votaciones en la Cámara baja.
En el otro extremo, la Ciudad de Buenos Aires sería la más perjudicada: perdería 8 de los 25 escaños que posee actualmente y quedaría con 17.
No es la única. Son 16 las provincias que verían reducida su cantidad de diputados por su menor densidad poblacional. Seis de ellas están hoy en manos del peronismo: Catamarca, La Pampa y La Rioja perderían 3 de los 5 que tienen hoy y quedarían con solo 2; Formosa tendría 3 en lugar de los 5 actuales , mientras que nuestra provincia el distrito de menos habitantes, se quedaría con apenas una banca ya que perdería 4 de las 5 bancas actuales. Esta última, es la más afectada de todas las provincias, ya que el recorte de su representación sería del 80%.
De los distritos gobernados por Juntos por el Cambio, Chaco perdería 1 de 7; Chubut y San Luis verían reducida sus bancas en 2 de 5; Jujuy y San Juan, en 1 de 6; y Entre Ríos perdería 1 de sus 9 diputados actuales.
En tanto, las provincias patagónicas en manos de fuerzas locales también perderían escaños: Neuquén y Río Negro tendrían uno menos de 5, y Santa Cruz 3 menos de los 5 que tiene hoy.
Las que verían aumentada su representación, son seis. Además de Buenos Aires, Córdoba se vería favorecida en 3 más al pasar de 18 a 21; Mendoza subiría de 10 a 11; Salta pasaría de 7 a 8; Santa Fe, de 19 a 20; y Tucumán, de 9 a 10.
Solo dos provincias no sufrirían cambios en su representación, Corrientes y Misiones, que tienen ambas 7 diputados.
La diferencia entre las bancas ganadas (34) y las que se perderían (37) es de 3, lo que explica que la Cámara de Diputados pasaría de 257 escaños a 254.
El nuevo cálculo
Desde la llamada “ley Bignone” de 1983, se otorga una banca cada 161.000 habitantes o fracción no menor de 80.500. El proyecto entregado al Congreso por el ministro del Interior, Guillermo Francos, eleva a 180.000 la cantidad de habitantes necesarios para elegir un diputado nacional. Además, deroga la compensación de tres diputados extra para aquellas provincias que no alcancen el mínimo de cinco legisladores.
Por este motivo, si se aprobase la nueva normativa, saldrían perjudicadas provincias que tienen poblaciones entre los 180.000 y 1.400.000 habitantes, como Tierra del Fuego, Santa Cruz, y La Pampa, entre otras.
La medida ha sido defendida por el Poder Ejecutivo como un ajuste a una ley “de la dictadura, atrasada e injusta”, y aseguran que la reforma permitiría una distribución más equitativa de representantes según la población real.
Los tiempos en el Congreso
Para ser aprobada en el Congreso, la propuesta necesita una mayoría agravada (del total de sus miembros) en ambas Cámaras. La bancada de La Libertad Avanza reúne 38 diputados en la Cámara baja y 7 senadores en la alta. Si bien cuenta con el respaldo de sectores del PRO (tiene 37 integrantes), enfrenta reticencias por parte de la UCR (34 diputados), y de un nuevo bloque que se conformó hace unos días a partir de la fusión de los bloques Cambio Federal, Hacemos por Nuestro País y la Coalición Cívica, bautizado Hacemos Coalición Federal. Presidido por Miguel Ángel Pichetto, está integrado por 23 diputados nacionales que formaron parte del interbloque Juntos por el Cambio y el Federal. La bancada opositora de Unión por la Patria cuenta con 102 integrantes y el kirchnerismo adoptó una fuerte oposición a las reformas que quiere implementar Milei.
Este escenario en minoría y dividido presagia un intenso debate legislativo y abre dudas sobre aprobación, más aún en el plazo fijado por el Ejecutivo que llamó a sesiones extraordinarias hasta el 31 de enero, o sea en solo un mes. Aún no se conformaron en Diputados las Comisiones por las que debería pasar la “ley ómnibus”.
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