La llamada Ley de Promoción Económica para Tierra del Fuego fue dictada, primero, como decreto ley en 1972, y luego ratificada por el Congreso en 1974 con el objetivo estratégico de incentivar una mayor población nacional en la isla, donde habitaban una gran cantidad de chilenos.

La expansión de la actividad económica derivada del subrégimen industrial creado por la ley se tradujo en mayor mano de obra y de servicios, cumpliendo con el propósito de atraer más pobladores a través de diferentes olas migratorias.

Según datos oficiales, el régimen fiscal y aduanero fueguino, que recibió el status de Área Aduanera Especial y eximió de impuestos nacionales (como el IVA e Impuesto a las Ganancias) a las actividades de la jurisdicción, elevó el número de habitantes en forma sostenida.

De los 13.527 pobladores que tenía la isla en 1970, se pasó a 27.358 en 1980 (cuando el subrégimen tuvo su primer gran auge) y a 69.369 en 1991.

Evolución

En los años 90, las políticas nacionales caracterizadas por la ampliación de las importaciones estancaron la actividad industrial, y la tasa de crecimiento poblacional disminuyó hasta 2001 y se mantuvo estable hasta 2003, mientras Tierra del Fuego transitaba su primera década como provincia después de haber sido un Territorio Nacional.

En 2007, el expresidente Néstor Kirchner relanzó la industria promocionada al extender por decreto el subrégimen fueguino hasta 2023, dando inicio al período más floreciente de la actividad, y motivando que la población fueguina volviera a aumentar un 44% en 2016, de acuerdo a datos del Indec.

En 2009, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner también impulsó la ley de Promoción Industrial que favoreció a los productos fueguinos respecto de los importados, mientras que se permitió (por períodos determinados) la radicación de fabricantes de otro tipo de productos electrónicos.

De esta forma, además de televisores, reproductores de video y DVD y microondas, comenzaron a producirse computadoras portátiles para abastecer el plan Conectar Igualdad, de distribución gratuita a todos los alumnos de las escuelas públicas secundarias del país, además de módems, tablets, cámaras fotográficas y finalmente teléfonos celulares.

De los 700 obreros que quedaban a fines de los 90, la industria fueguina llegó a emplear a más de 16.000 en 2013, pasando a abastecer cerca del 80% del mercado interno de productos electrónicos.

Según explicó a Télam el secretario de Industria Fueguino, Juan Ignacio García, luego de la crisis del sector producida durante el gobierno de Mauricio Macri, en que se perdieron cerca de 10 mil puestos de trabajo industriales, la actividad se recuperó hasta alcanzar este año los 10.600 empleos, una cifra “muy cercana a la de 2017” y que incluye haber transitado el período de pandemia.

Según fuentes oficiales, la extensión del subrégimen industrial por 15 años (de 2023 a 2038) anunciada por el presidente Alberto Fernández, y la creación del Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (con fondos de las empresas) “puede generar la creación de 9.000 puestos de trabajo adicionales”. (Fuente: Telam)