En todas elecciones hay quienes festejan un triunfo o un posicionamiento político de cara al futuro, mientras que otros mascullan la derrota. Sobre el Senador Pablo Blanco caen todas las miradas de lo que queda de Juntos por el Cambio y no es para menos el senador Blanco con la ayuda del diputado Frigerio son los arquitectos de los resultados electorales que dejaron a esta coalición totalmente deshilachada.  

Con los resultados en mano ya no hay margen para ningún tipo de especulaciones, puede haber una sorpresa en los resultados que no es el caso, o una confirmación de lo que se dijo todo el tiempo en voz baja que es lo que termina sucediendo. La oposición se entregó de cuerpo y alma al oficialismo.

Los resultados dejaron a la UCR (con el sello de Juntos por el Cambio) con las manos casi vacías, logro una banca en el Concejo de Río Grande y otra a medias en Ushuaia. Esquivar las internas partidarias para usar el dedo autoritario y ungir formulas y listados entre gallo y media noche tiene mucho que ver con los resultados finales. Esta derrota para los radicales tiene nombre y apellido el Senador Pablo Blanco, es sin dudas el arquitecto de esta derrota.

El radicalismo actuó sin pudor. En lugar de buscar la forma de complementarse con el PRO de “Tito” Stefani para sellar un polo político opositor, La UCR aposto a la división como combustible de las apetencias personales haciendo una oferta electoral acota a los mismos dirigentes de siempre.

Pablo Blanco es sin duda el padre de la derrota, llevó como candidato a vicegobernador a un hombre que jamás vivió en la ciudad que dice representar en la Cámara baja.

Su único mérito para estar como diputado de los radicales en el Congreso de la Nación es su apellido. Para los radicales fueguinos y particularmente los riograndenses, la presencia de Federico Frigerio como candidato, primero como diputado y ahora como vicegobernador fue simplemente una bofetada a la honestidad intelectual.

Frigerio es el fruto de un negociado político a cielo abierto que hoy tuvo su correlato en las urnas.

De las dos bancas legislativas ocupadas por Liliana Martínez Allende quien buscó su reelección y Federico Sciurano quien se mudó al Forja de Melella,  ya no queda nada.

El radicalismo deberá resetearse si quiere ser parte de las contiendas electorales por venir, es imperante que las nuevas generaciones reconstruyan el partido y los puentes rotos con los sectores políticos afines. Las próximas elecciones que buscan renovar las bancas en diputados están a la vuelta de la esquina, de la formación de esa lista de candidatos que en poco tiempo deberá ver la luz, se sabremos si la UCR, el PRO y quienes integran Juntos por el Cambio, aprendieron de la lección que les dejó ayer la ciudadanía o si por el contrario persisten en el individualismo que los llevo hoy a ser uno de los sectores políticos menos preferido por los fueguinos.