“Nuestras fronteras conectan a ambos países y permiten el intercambio turístico, comercial y familiar. Las relaciones entre las personas de ambas nacionalidades son también parte del cimiento cultural de Tierra del Fuego más allá de las fronteras políticas. Existen en nuestra Tierra del Fuego gran cantidad de familias “binacionales””, expresó Blanco.

“La pandemia ha trastocado el normal desenvolvimiento de los pasos fronterizos y cada país ha dispuesto sus propias reglas migratorias en defensa de un interés supremo como es la salud Pública. Eso es normal y comprensible. Lo anormal e incomprensible es que las restricciones se extiendan tanto tiempo y para algunos sí y para otros no. Hoy es posible ingresar a Chile por su capital pero no por algunas de las provincias patagónicas”.

“En estos momentos, ya cerca de las tradicionales fiestas de fin de año, podemos afirmar que la pandemia está bajo control. La Provincia de Tierra del Fuego recibe turistas de todo el mundo cada vez con mayor volumen y frecuencia siguiendo los protocolos mínimos para el ingreso seguro a nuestro territorio. Sorprende que las fronteras de Santa Cruz, Magallanes y Tierra del Fuego permanezcan cerradas. Son miles las familias afectadas que buscan reencontrarse desde marzo de 2020, teniendo que haber soportado demasiado tiempo de separación e, inclusive, hechos dolorosos como fallecimientos a la distancia sin poder estar presentes”, finalizó el senador de Juntos por el Cambio.