Hay un “acuerdo” entre el Intendente y varios dirigentes de los barrios marginales y no tan marginales, en el cual se basa la nueva política pública que está llevando adelante el municipio ushuaiense.

Ese “acuerdo reservado” tiene puntos de partida. El Intendente les pidió a los dirigentes detener cualquier tipo de usurpaciones a cambió los dirigentes le exigieron levantar la empresa privada que custodiaba los espacios públicos y las entradas de esos barrios. También hubo una fuerte promesa de infraestructura barrial.

Si bien el “acuerdo” se empezó a cocinar en el fragor de la campaña, una vez que Walter Vuoto llegó a la intendencia, comenzó de inmediato a trabajar para darle contenido real al acuerdo pactado.

El retiro de la empresa privada que hace 8 años custodiaba que no allá intrusamiento fue el primer paso.

Sin dudas una jugada política delicada. Ahora Vuoto depende más de la promesa de los dirigentes barriales de que no abra usurpaciones que de sus propias posibilidades de hacerlo. El Intendente sabe que el accionar de la policía y la guardia municipal son limitadas en el terreno de las usurpaciones.

Sobre todo el accionar policial que no podrá cubrir todo el tiempo, todos los espacios públicos y sobre todo aquellos que están en la mira permanente de cientos de vecinos que buscan el momento y la oportunidad.

Lo cierto es que ahora el Intendente tiene su acuerdo político para sostener la situación, abra que ver qué sucede con la llegadas de los “veraneantes fueguinos” y su conocida ola de migración, hecho que se registra todos los años.

Sin dudas que esa situación característica de la isla, será una especie de “prueba de fuego” para las nueva política urbana municipal.

Por lo pronto Walter Vuoto hace gala de sus dotes de negociador, cumple con su promesa de campaña y busca una solución de fondo a la precaria situación de los asentamientos, el intendente sabe que una de sus mayores apuesta política está en controlar la situación.

Lo que sucede, es que parte de esa estrategia de gestión urbana, descansa en la confianza de los dirigentes barriales, ellos son la otra columna del acuerdo. Si se producen usurpaciones masivas a espacios públicos o privados, el acuerdo puede sucumbir y todo quedará en buenas intensiones políticas, más allá de un agravamiento a la ya precaria situación de los asentamientos que supieron polular en la era de Fabiana Ríos.

Policías y municipales

Tal como lo prometió en campaña, Vuoto tomó la decisión de sacar del camino de los dirigentes barriales a la empresa privada que desde hace ocho años controlaba esos barrios.

Desde ahora el resguardo y control de los espacios públicos de la ciudad será potestad de un trabajo en conjunto entre el Gobierno provincial y el Municipio de Ushuaia.

Con la participación de la policía, el gobierno de Rosana Bertone interviene en la política urbana diseñada por Vouto y su equipo.

Para tal fin se dispuso de la presencia de efectivos policiales y guardias de trabajadores municipales en distintos sectores que tenían el control de la empresa privada.

Por lo pronto la policía provincial, tal como acordó el Secretario de Gobierno municipal Oscar Souto con los ministros Leonardo Gorbacz y Gastón Díaz, Jefe de Gabinete y de Gobierno respectivamente, tendrá la difícil tarea de controlar los puntos estratégicos de la ciudad. 

Parte del plan urbano municipal es “demonizar” a la empresa privada que operó durante la era de Federico Sciurano. "Acá hay un Estado presente", dijo Teresa Fernández, Secretaria de Hábitat  y Ordenamiento Territorial, en este sentido.

"Nos encontramos trabajando activamente con la comunidad y con todas las herramientas que tiene el Estado para resolver una situación que tiene que ver, justamente, con un Estado ausente por veinte años. Estamos poniendo las cosas en su lugar".

"La política habitacional la fija el Intendente Walter Vuoto y no el gerente de una empresa que a lo largo de estos años resultó ser cara e ineficiente y está a la vista de todos que los barrios informales han seguido creciendo desordenadamente", aseguró Fernández.