Procesando. Por favor aguarde...
El Dr. Guillermo Deferrari ‐ quien se desempeña en el mencionado laboratorio del CADIC ‐ afirma que “estamos en el momento en que se presenta regularmente el denominado agujero de ozono y que ejerce fuerte influencia en la radiación UV sobre nuestra región” y agrega que “los índices son equiparables a los registrados a la latitud de Buenos Aires durante el verano”, por lo que es recomendable durante estos días cuidar la exposición al sol pero sin alarmarse.
Asimismo Deferrari advierte que “se debe tener en cuenta que, estando en presencia de suelo cubierto por nieve, se incrementan los niveles de radiación a los que uno estaría expuesto, ya que la misma refleja entre un 50% y un 90% de la radiación recibida” agrega Deferrari, profesional principal (CADIC‐CONICET). Normalmente la capa de ozono sufre un adelgazamiento que se inicia en primavera y finaliza durante el verano, cuando las condiciones meteorológicas sobre la Antártida permiten el ingreso de masas nuevas de aire con ozono.
El tamaño o tiempo de duración del agujero de ozono no es algo que se pueda predecir con gran anticipación y que varía año a año dependiendo de las condiciones meteorológicas sobre Antártida.
Al respecto, en instalaciones del CADIC funcionan diferentes equipos que miden diariamente la radiación en distintas formas con los cuales se realiza el seguimiento de la capa de ozono. En base a estos datos y las imágenes se realiza un informe diario sobre la radiación y se pueden realizar previsiones sobre las próximas 24 y 48 hs.
Los datos se actualizan diariamente y estarán disponibles en la página web del CADIC en un futuro próximo (sitio en construcción). Sobre el adelgazamiento de la capa de Ozono A mediados de la década del 80 se descubrió el denominado “agujero de ozono”, el cual afecta principalmente las zonas Antártica y Sub‐Antártica. La columna total de ozono es el más importante de los factores atmosféricos que regulan la radiación UV‐B a nivel del suelo.
Sin embargo, la variación de la radiación UV en la superficie terrestre es también función de otros factores: ángulo cenital solar, distancia Tierra‐Sol, altitud, nubosidad, aerosoles, concentración de otros gases atmosféricos y reflexión en la superficie terrestre (albedo).
En algunos casos la variación simultánea de dos o más de los factores enumerados puede compensarse (potenciarse) y atenuar (reforzar) la variación que uno solo de ellos podría producir en la radiación. Por ejemplo, el efecto de la disminución en la concentración de ozono puede ser atenuado en presencia de una mayor nubosidad, o de un ángulo cenital solar mayor.
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