“A nosotros nos hubiese convenido que Fabiana Ríos no abra la boca” dijo uno de los asesores más reconocido de la gobernadora electa, referente al apoyo público que hizo la gobernadora Fabiana Ríos.

Lo cierto es que, flaco favor, le hace el PSP al apoyar a la fórmula del FpV en este ballotage, con solo repasar los guarismos de la última elecciones, sobra para darse cuenta de la pésima perfomance del partido de Fabiana Ríos.

“Más que un apoyo … es un ancla” dicen desde el FpV quienes piensan que la gobernadora es una “pianta votos”.

El apoyo del PSP

Me parece un acto de irresponsabilidad mayúscula, aun no teniendo candidato a presidente nosotros ni alianzas políticas con ninguna de las fuerzas que llegan al balotaje, pretender decir que la gente haga lo que quiera”, comenzó diciendo la gobernadora Fabiana Ríos por Radio Nacional Ushuaia, como preámbulo a su postura pública a favor de Daniel Scioli.

“La gente va a hacer lo que quiera, pero un dirigente político tiene la obligación de decir (qué va a votar), no para orientar sino por lo menos para ayudar a pensar qué cosas se ponen en juego a la hora de optar en una segunda vuelta sobre dos alternativas”, expuso.
Consideró que sería una “actitud especulativa e irresponsable” no hacerlo, y criticó “el cinismo del silencio en este caso, porque yo le pondría ese nombre”, dijo a los que no toman partido por ninguna opción.

“Mi partido seguramente esta semana lo va a discutir en la asamblea partidaria y va a haber rápidamente un acuerdo. No he escuchado hacia adentro del partido ninguna duda en relación a quién habría que votar en una supuesta segunda vuelta. En la primera vuelta no pudimos tener una opinión orgánica porque no había ni unanimidad ni claramente una postura mayoritaria. Estaba muy dividido entre quién y quién podía ser la primera vuelta. En la segunda claramente es mayoritario el acompañamiento al Frente para la Victoria”, aseveró.
Observó que “nos ha tocado pasar muchas segundas vueltas en Tierra del Fuego y uno no deja en libertad de acción, porque uno no puede dejar que otro tenga lo que ya tiene. La libertad la gente la tiene. Lo que uno tiene como dirigente y como partido político, es la responsabilidad de una palabra pública porque ha ejercido o ejerce la representación de otros. Esto es lo que hace la diferencia”.

“Un ciudadano que tiene la misma libertad que yo y que sólo representa los intereses personales, puede o no decir su voto, que realmente es secreto. El voto de un dirigente político o de un partido político, es claro que es voto cantado por su partido. Pero cuando su partido no es el que está poniendo en juego un cargo institucional, sobre todo en una instancia de segunda vuelta, la obligación es decir qué se vota, aunque el otro haga lo que quiera”, argumentó de su decisión de hacer pública la opción por el modelo kirchnerista.