Procesando. Por favor aguarde...
En su última aparición en Tecnópolis, ante un concurrido grupo de empresarios de primer nivel, la Presidenta, acompañada por un frondoso PowerPoint con decenas de infografías y números, buscó dejar en claro que si hubo una era en la que se apoyó el desarrollo productivo del país, esa misma tuvo lugar durante el kirchnerismo.
A la jefa de Estado, entre slide y slide, no le tembló la voz al asegurar que “estos doce años significaron el crecimiento industrial más importante de toda la República Argentina”.
La mandataria, durante su discurso que fue transmitido por cadena nacional y que se extendió a lo largo de una hora y cinco minutos, se encargó de mencionar la palabra “industria” durante 91 veces.
Aseguró que sin “chimeneas” no podía haber un proyecto de país, ni de nación y que tampoco había futuro. Incluso, hizo referencia a un cambio cultural entre los argentinos apelando a aquella desafortunada propaganda de los años setenta, que se convirtió en un símbolo delliberalismo.
En la misma, se mostraban sillas de fabricación nacional que se rompían, mientras que la importada “hecha por empresarios extranjeros y por mano de obra extranjera, era estupenda y servía”.
“Eso nunca más volverá a ocurrir en la Argentina”, reafirmó la Presidenta, dando un descanso al PowerPoint y esperando los aplausos de rigor.
El problema es que, mientras la mandataria mostraba el impacto positivo en el sistema productivo tras doce años de kirchnerismo en el poder, las principales ramas de actividadque supieron ser el corazón del modelo, hoy están atravesando un difícil presente.
Empezando por la automotriz, que luego de tocar un récord en 2013, hoy está transitando elpeor año desde 2009. La producción, por ejemplo, acumula una caída del 10%, baja que no está explicada en su totalidad por la mala performance de Brasil, sino también por el descensodel mercado interno, que acumula una contracción del 14%.
Por detrás de estos números, compañías como Fiat, Volkswagen y General Motors, entre otras, debieron activar suspensiones o planes de retiro voluntario por la menor actividad.
¿Sin dólares, hay industria electrónica nacional?
La otra industria simbólica para el kirchnerismo, dado que renació gracias a una ley sancionada por el Frente para la Victoria, es la de la electrónica, que se desarrolla en el polo deTierra del Fuego.
El régimen inicialmente fue creado en 1972 pero fue gracias a una normativa impulsada porCristina Kirchner que las compañías instaladas en el sur pudieron volver a producir, de la mano de una reducción del IVA para los artículos nacionales y de una suba de impuestos y aranceles para todos los bienes importados.
Así las cosas, de un mercado en el que cada año se comercializan entre 12 y 14 millones de celulares, el 97% del total hoy tiene sello "Made in Tierra del Fuego".
En el caso de los televisores, el 96% proviene de las plantas de producción del sur del país. El resto, un volumen completamente marginal, se importa mayormente desde China.
En esta rama de actividad también se evidencian problemas: en lo que va del año, las estadísticas vinculadas con la fabricación de smartphones y LED vienen barranca abajo.
El problema es que actualmente la demanda de productos electrónicos avanza en terreno positivo, con un alza promedio del 5% en los últimos tres meses. De modo que el bajón industrial responde exclusivamente a la escasez de dólares.
Las empresas de Tierra del Fuego se estaban manejando con una cuota mensual de u$s300 millones para el pago de importaciones de insumos.
Sin embargo, a medida que se desinfló el ingreso de “sojadólares” y que terminó por explotar la compra de divisas por parte de los ahorristas -a través de las ventanillas habilitadas por la AFIP-, el Gobierno decidió cerrar parcialmente el grifo.
Así, la cuota se achicó entre un 20% y un 40%, dependiendo del día y de la compañía. Estas restricciones aleatorias motivaron un pedido de reunión en carácter de urgente con funcionarios del Gobierno por parte de las autoridades de AFARTE, la cámara que nuclea a las firmas que operan en el sur.
Hasta ahora, las empresas sólo lograron la promesa oficial de que a fin de mes se volverá a reestablecer el cupo fijado inicialmente. El primer problema es que esta es la segunda vezque el Ejecutivo no respeta el acuerdo alcanzado. El otro, es que un mes con un nuevo bajón en el ritmo de importaciones terminará afectando el nivel de producción.
Sucede que esta industria tiene una alta dependencia de insumos del exterior para completar los procesos de fabricación. Si a eso se suma que casi el 100% de todos los equipos que se comercializan en el mercado interno provienen de Tierra del Fuego, está claro que el mínimo cortocircuito en la cadena logística termina pegando de manera automática en el nivel de oferta.
Para agravar la situación, estas fábricas acumulan una deuda de entre u$s900 millones y u$s1.000 millones con proveedores del exterior en concepto de importaciones ya realizadas de insumos durante el año pero para las cuales el Banco Central nunca les habilitó las divisas necesarias. Esto implica que muchas terminales electrónicas están extremadamente complicadas a la hora de gestionar nuevas líneas de crédito.
Celulares y televisores, los más complicados
Las categorías de productos en las que más problemas se registran es en televisores y celulares.
Estos últimos cerraron el primer semestre con un nivel de producción de 4,2 millones de equipos, lo que implicó un desplome del 32% frente a igual lapso de 2014, constituyéndose además en el peor resultado desde el 2010, es decir, justo el primer año en que la isla comenzó a trabajar a pleno de la mano de los beneficios fiscales.
En cuanto a los televisores LED, de las líneas de fabricación salieron poco más de un millón de equipos, con una caída del 30% frente al mismo período del 2014.
En diálogo con el consultor Enrique Carrier aseguró que “a partir de ahora, con el no cumplimiento de los cupos que había dispuesto el Gobierno, va a haber un menor ingreso de productos entre los retailers, lo que derivará en una demanda insatisfecha en el mercado tecnológico”.
Según el consultor, “si la producción de celulares y televisores cerró el primer semestre con caídas superiores al 30%, va a ser muy difícil que en lo que queda del año se pueda revertir la ecuación y se llegue a números positivos. No creemos que a esta altura sea posible”.
Frente a este cuadro, Carrier consideró que “la regla que está rigiendo en el mercado de productos electrónicos es que los argentinos no están pudiendo elegir entre una gran variedad de artículos. Hoy, en general, nadie lleva lo que quiere sino lo que encuentra”.
En la actualidad, la oferta que presentan algunas cadenas de retail líderes cayó un 60% respecto de la gama de artículos que tenían en enero de 2014.
A modo de ejemplo, de contar con una variedad de 120 teléfonos a la venta, ahora sólo disponen de tan sólo 40 modelos.
Y, para peor, una gran proporción de las marcas exhibidas tienen escasa trayectoria en el mercado doméstico y son poco conocidas por los consumidores, como es el caso de X-View, Woo o Hwawei.
En el caso de las tablets también se está dando un retroceso progresivo de marcas de primer nivel para dar paso a jugadores con poco "pedigree". Monster, Gigaset, Stromberg Carlson, Neso o Magnumtech, por nombrar algunas, son algunas de las firmas que ganan cada vez más espacio en las góndolas.
“La falta de stock y de variedad en el mercado argentino han pasado a ser muy evidente a partir de los problemas para acceder a las divisas”, destacó Carrier.
Tan o más importante que analizar el ritmo de producción, resulta clave monitorear el ingreso de inventario a las grandes cadenas de retail, dado que estos datos son los que reflejan de manera fidedigna en qué proporción varió el nivel de stock.
Según se desprende de un informe de la consultora MRT, entre enero y julio se despacharon desde Tierra del Fuego a los principales centros de consumo unos 5 millones de celulares, lo que representó 2,5 millones menos que en el mismo lapso de 2014 (desplome del 33%).
¿Cuántas divisas se “ahorró” de sacrificar de sus reservas el Banco Central para “bancar” la menor importación de estos equipos? Según datos de Aduana, al reducir los cupos, la entidad que conduce Alejandro Vanoli dejó de entregar cerca de u$s400 millones durante ese período (ver cuadro).
Un aspecto que preocupa a empresarios y expertos del sector informático es que el bajón en el ingreso de nuevos celulares está retrasando la incorporación de equipos que cumplan con los requerimientos de la tecnología 4G.
Sucede que, en lo que va del año, apenas el 25% de los smartphones que llegaron a los retailers están en condiciones de funcionar bajo esta red.
Como contrapartida, el 73% de todo lo que entra al país se sigue rigiendo con el sistema 3G(ver cuadro).
El mercado de los televisores LED también se ha visto seriamente golpeado por la escasez de dólares: durante los primeros siete meses del año el ingreso de estos equipos se redujo en medio millón de unidades, lo que representa una variación negativa cercana al 30%.
En términos de divisas, para el Banco Central esta restricción le permitió tener que entregar casi u$s170 millones menos que entre enero y julio de 2014.
Considerando que sólo por estos dos productos Vanoli logró disminuir la salida de reservas en casi u$s80 millones mensuales en promedio, el Gobierno apunta a traspasarle a Tierra del Fuego la crisis de la escasez de divisas y lograr un "ahorro" total de casi u$s1.000 millones por el achicamiento de los cupos.
Claro que también hay que contabilizar los cerca de u$s1.000 millones extra por importaciones ya realizadas pero nunca canceladas.
Así las cosas, si se suman ambos conceptos se puede observar cómo el Ejecutivo -a costa de un menor ritmo de actividad y de consumo- "amarrocó" el equivalente al 30% del próximo vencimiento del Boden 2015.
Insólito: crece el contrabando pese al blue
Cuando la brecha entre el blue y el oficial se amplía, es usual que terminen perdiendo atractivo las operaciones de contrabando, el gran flagelo que afecta a las industrias que operan en el país.
Esto se observa especialmente en el sector textil: el avance del billete informal siempre funciona como una importante protección para las fábricas del sector.
Sucede que el comercio ilegal no puede operar con el tipo de cambio oficial como sí lo hacen los importadores tradicionales. Por lo tanto, deben girar el dinero a través del llamado ´dólar cable´, que surge de sumarle al valor del blue el costo que le cobra la financiera a esos comerciantes y que puede superar el 5%.
Sin embargo, los problemas derivados de la escasez de divisas generan que esta regla no sea aplicable en el mercado de la electrónica.
Carrier alertó que "pese a que la brecha está en niveles muy elevados y que en teoría no debería ser conveniente contrabandear productos tecnológicos, estamos notando un incremento del comercio ilegal. Un termómetro es el mayor número de operativos en los que se incauta mercadería, especialmente dispositivos electrónicos".
Según el experto, "esto responde a que falta stock en los comercios, hay poca variedad y los precios domésticos pueden ser hasta dos o tres veces más elevados que los de otros mercados, como Estados Unidos".
"Este enorme gap permite que, incluso con una brecha del 65%, para algunos siga siendo rentable operar en la ilegalidad", subrayó el experto.
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