Esta situación se da dos veces por año cuando los buques chinos, después de fondear en Punta Arenas (mayormente en el lado sur de la ciudad chilena en el sector Río de Los Ciervos) cruzan el Estrecho de Magallanes para depredar el Océano Atlántico y sobre todo el Mar Argentino.

Noticias llegadas de Chile indican que no quedan barcos e la flota china en el Océano Pacífico y se deduce que se encuentran en los caladeros del Atlántico Sur, especialmente frente a las provincias de Chubut y el norte de Santa Cruz.

 “Ya en diciembre observamos que gran parte de esta flota está instalada en las zonas de pesca del Atlántico mientras que los últimos barcos en el Pacífico se encuentran todos en navegación hacia el estrecho de Magallanes y ninguno pescando” informó el subdirector de Pesquerías de Sernapesca de Chile, Fernando Naranjo.

El jefe del departamento de fiscalización pesquera del vecino país, Pablo Ortiz, confirmó el paso del último convoy de naves por el estrecho de Magallanes. Un sistema de vigilancia satelital permite conocer la velocidad de navegación de cada embarcación, y así descartar actividades de pesca en aguas territoriales chilenas.

De esta forma, se confirma otro año de depredación por parte de la enorme flota de origen chino, que arremeterá contra el preciado calamar que desde aguas jurisdiccionales argentinas migra hacia el Este.

En el límite de la milla 200, despliegan sus redes para depredar los recursos del Mar Argentino sin control de las autoridades de la Argentina.