El Dr. Javier Muschnick precisó sobre el tratamiento de los excarcelaciones presentadas, y que inicialmente tuvieron algunos rechazos, “no es un tema de indignación, disgusto o placer personal, con independencia de la opinión de uno, el excarcelar o no a una persona, el tema no pasa por convicciones subjetivas sino por fundamentos objetivos o jurídicos, hasta este momento en el ámbito de la provincia se aplicaba el código penal que se aplicaba la prisión preventiva en casos en que el mínimo de la pena no consideraba a futuro una pena condicional”.

 “Una adhiere como consecuencia de una fundamentación con anclaje constitucional que le permita seguir con este criterio, pero la estructura del poder Judicial no es monolítica manejada por un gerente, son distintos estamentos, jueces, que deben asegurar la imparcialidad e independencia externa, no estar sometidos a ninguna presión mediática, privada o estatal, o cualquiera que sea, y también independencia interna, la cabeza del Poder judicial no puede disponer criterios para que los jueces dispongan determinados fallos”, reparó, agregando, “cada juez y tribunal interviene de acuerdo a su criterio”, dentro de la pauta planteada.

Sobre la resistencia social que genera este nuevo criterio jurídico, opinó, “el contexto normativo se distancia de la expectativa de la gente, nuestro desafío es generar mecanismos que relejen esa expectativa de la gente común ante hechos delictivos”, dijo, planteando que la solución pasaría por acortar los tiempos procesales en las causas donde esos imputados queden en libertad, “una buena medida será llevar adelante la oralidad de los procesos, con causas en las que el fiscal acuse, el defensor haga su trabajo y el juez resuelva en forma expeditiva, pero estos cambios siempre encuentran resistencia dentro de gente que está en un sistema que viene trabajando de una forma escrita, con plazos burocráticos mucho más extensos”, sintetizó.