LG presentó hoy al G4, su nuevo smartphone estrella, con el que saldrá a competir con el Samsung Galaxy S6, el iPhone 6, el Sony Xperia Z4 y otros; la compañía espera repetir la buena actuación del G3, que acumuló buenas ventas, sobre todo frente a un Galaxy S5 que no cumplió las expectativas. Así, LG envió 57 millones de teléfonos en 2014, contra los 46 millones del año anterior, según Gartner, y se mantuvo en entre los 5 mayores fabricantes del mundo.

El LG G4 tiene una pantalla IPS curva (como el LG G Flex 2, aunque con menos curvatura) de 5,5 pulgadas y resolución QHD (2560 x 1440 pixeles), además de 3 GB de RAM, un chip Qualcomm Snapdragon 808 de seis núcleos, 32 GB de almacenamiento interno y ranura para tarjetas microSD, cámara principal de 16 megapixeles con estabilización óptica de imágenes y apertura f/1.8, foco asistido por láser (como el G3) y grabación de video en 4K; cámara frontal de 8 megapixeles; conectividad LTE, 3G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth, NFC. La batería (removible) es de 3000 mAh y corre Android 5.1.

Un punto estético notable es el uso del cuero genuino para el dorso del teléfono, al estilo del Motorola Moto X, pero con una costura en el medio y manteniendo el diseño que ubica el botón de desbloqueo y de volumen debajo de la cámara principal. Las cubiertas de cuero son intercambiables.

Entre los agregados de hardware que expuso LG está el uso de una pantalla que la compañía denomina Quantum Display, que es más brillante, con el doble de contraste y mejor reproducción de colores que el modelo anterior (que recibió algunas críticas por no igualar su alta resolución con una calidad acorde), y que usa una memoria RAM especial para reducir el consumo de energía (cuando la imagen en pantalla no se renueva no requiere una actualización del procesador; es una tecnología que ya se usa en algunas PC). En total, según LG, consume un 11 por ciento menos energía que el G3.

La cámara, que tiene un sensor un 40% más grande que el modelo anterior, incluye un analizador de colores en el paisaje a retratar para calibrar la temperatura de color (mide el espectro de colores visibles y el infrarrojo en la imagen). La apertura f/1.8 le permite a la cámara un mejor rendimiento en escenas oscuras (el fuerte del Galaxy S6 y el iPhone 6), además de tener un modo de captura manual y la posibilidad de tomar fotos en RAW. El estabilizador óptico ahora trabaja sobre tres ejes para neutralizar el movimiento natural de la mano al momento de tomar la imagen. Según la compañía, la cámara se activa en 0,6 segundos.

En lo que refiere a la interfaz de usuario, la compañía (al igual que Samsung) simplificó y redujo los cambios estéticos que aplica sobre Android Lollipop 5.1, privilegiando las aplicaciones de Google y limitando las propias a una herramienta que resume la actividad social del usuario, un calendario que combina elementos propios y ajenos de las redes sociales. También, una Galería que agrupa imágenes por momentos concretos (por fecha, ubicación, etcétera).

En lo que refiere a las imágenes, es posible usar un gesto para que tome una serie de autofotos con intervalos de segundos, para hacer una serie de autofotos con distintas expresiones (al estilo de las fotos que toman esos estudios automáticos que había antes en centros comerciales y estaciones)

El equipo estará disponible en varios colores de cuero (negro, azul, marrón, amarillo), que se podrá reemplazar o intercambiar con cubiertas de un material cerámico en gris, dorado o blanco, y también en plástico. Saldrá a la venta mañana en Corea del Sur y luego estará en otros mercados. La compañía no informó cuándo llegará a la Argentina.