En los últimos años, las picadas ilegales se convirtieron en una práctica cada vez más recurrente en las calles y avenidas de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense. Un delito que incluso llegó a costarle la vida a varias personas y dejar heridas a otro tanto. Sin embargo, lo que usualmente es un fenómeno que involucra casi exclusivamente a jóvenes y adolescentes, en la localidad de Lanús se rompió de raíz con la "tradición" con una insólita situación.

El caso ocurrió el miércoles por la madrugada, cuando un patrullero de la policía bonaerense comenzó a perseguir dos autos sospechosos -uno de ellos de alta gama- que iban a gran velocidad. Tras varias cuadras de intensa persecución, finalmente el móvil logró alcanzar a los vehículos sin sospechar de la sorpresa con la que iba a encontrar: eran dos policías que corrían picadas.

El escandaloso momento quedó registrado en un audio. "Es un auto negro de alta gama, va para el lado de San Martín", relató el oficial mientras perseguía a los sospechosos. "Listo, listo, ya lo paramos", dijo la compañera del policía que manejaba el patrullero. "Es efectivo policial. Son dos efectivos policiales jugando picadas. Lo conozco, labura acá con nosotros", comentó.

"Ah bueno", le dijo indignado el oficial que se encontraba en la central. "¿Quiénes son Miguel?, le preguntó al policía, quien se abstuvo de decir sus nombres y contra todo manual de procedimiento en estos casos, los dejó libres. "No, no corresponde. No, no corresponde", dijo el efectivo. "Decime, ¿cómo se hace?, ¿elevo una nota?", preguntó de nuevo el operador. "Ya está, ya los liberé. Gracias Gómez", dijo el policía que los persiguió. "Habría que cagarlos a trompadas", intervino otra voz.

Una vez que se conocieron las grabaciones, Asuntos Internos de la Policía prometió que investigará lo sucedido. ¿Qué habría sucedido si el audio no trascendía en los medios de comunicación?