Procesando. Por favor aguarde...
Este martes, numerosos comerciantes, vecinas y vecinos de Ushuaia, llevaron adelante la segundar jornada de reclamo en las calles céntricas para rechazar las medidas impuestas por el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, quien decretó la vuelta a la fase 1 de la cuarentena en la capital fueguina.
La movilización se dio en una caravana de autos que se desplazó desde la Escuela 1, a lo largo de avenida Mapú, hasta Kuanip, siguió su derrotero por Perón, Fuegia Basket y avenida Garramuño. Cuando los autos llegaron a la altura del edificio de la Base Naval y, desde Garramuño, quisieron retomar Maipú, fueron bloqueados por la policía. Esto provocó indignación entre los manifestantes que no sólo vieron coartada su libertad de expresión sino que además consideraron que el accionar policial nada aporta a la crisis por la que vienen atravesando tanto comerciantes como trabajadores desde que se instauraron las restricciones desde principio de año.
A la altura de la Base Naval, llegaban cada vez más patrulleros para bloquear el paso de la caravana. Incluso llegó una combi del Grupo de Operaciones Especiales.
“Nuestra intención nunca fue confrontar sino manifestarnos” expresaron algunos comerciantes. “Entre que vienen golpeando a todos los sectores con la crisis generada por el aislamiento desde principio de año, nos tratan como si fuéramos delincuentes”, repudiaron.
Es preciso recordar que según un relevamiento efectuado por la Cámara de Comercio de Ushuaia, un tercio de los comercio (33%) ha bajado sus persianas por efecto de la prolongación de la cuarentena. La actividad turística es la más golpeada. Hay comercios que facturan un 25% de lo que venían trabajando, antes de la pandemia.
Esta situación afecta a toda la provincia y al país. Recientemente se conoció que la histórica panadería “La Unión” de Tolhuin, que emplea a casi 30 familias, se vio obligada a cerrar sus puertas debido a que las medidas impuestas le impiden continuar con su actividad y sostener a sus trabajadores.
Una vez más comerciantes de todos los sectores, vecinos y vecinas, ratificaron su rechazo al asilamiento obligatorio impuesto por el Ejecutivo Provincial que afecta no sólo la actividad económica sino la vida cotidiana de toda la población y cuyas consecuencias siguen siendo desfavorables.
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