Procesando. Por favor aguarde...
La intención de buena parte de la dirigencia de es definir hoy mismo un pronunciamiento crítico contra la actitud del Gobierno
Varios gremios retomarán esta semana las discusiones paritarias en un clima de tensión generado por las presiones del Gobierno a los empresarios de cada actividad, para que no firmen aumentos superiores al 25 por ciento.
El malestar es tan grande que incluso la CGT oficialista que lidera el metalúrgico Antonio Caló se reunirá esta tarde para definir los pasos a seguir ante lo que ven como una jugada del Gobierno para "limitar la libre negociación" entre sindicatos y patronales.
El primero en denunciar públicamente la estrategia del kirchnerismo fue Armando Cavalieri, titular del Sindicato de Empleados de Comercio, quien reveló que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, le reconoció que recibía "órdenes superiores" para no avalar subas del 30 por ciento.
"No habla bien de Axel Kicillof estio de imponer una barrera al salario", juzgó el sindicalista, quien comparó esa postura con la que esgrimía el ex ministro de Economía "Domingo Cavallo, que decía permanentemente 'a mayor salario, mayor inflación'".
La intención de buena parte de la dirigencia de es definir hoy mismo un pronunciamiento crítico contra la actitud del Gobierno y rechazar cualquier imposición de techos para los aumentos.
En ese marco esta semana habrá reuniones en la Unión Obrera Metalúrgica; el Sindicato de Empleados de Comercio y el de Aceiteros. Todos dejaron abierta la posibilidad de realizar medidas de fuerza en reclamo de una suba "razonable" ante la inflación.
A ellos se suma el gremio de Camioneros, que a través de su secretario general, Pablo Moyano, ya advirtió que no firmará una cuerdo menor al 33% y estará al pie de la protesta: "Teniendo en cuenta la inflación, el impuesto a las Ganancias que hace rato venimos reclamando y que el Gobierno no escucha estos reclamos, seguramente nuestra organización va a hacer punta en este reclamo".
Por el lado de los empresarios, la postura no es tan heterogénea: el presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, dijo que está "totalmente de acuerdo con ese máximo (de 25 por ciento), es sólido para evitar que se disparen los precios".
Sin embargo, esta mañana -en declaraciones a Radio América- José Ignacio de Mendiguren, dirigente de la UIA, aclaró que los dichos de Méndez fueron sólo su opinión personal y no representan el punto de vista de la entidad. "El tope puede ser una orientación, pero todos los sectores son distintos. Pero siempre termina habiendo acuerdos”, aclaró.
Desde el Gobierno, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo dijo que espera "una relación racional y razonable por parte de los sindicatos y empresarios para que el aumento al que se llegue sea conveniente para ambos".
El funcionario pidió "cuidar lo que se ha logrado en todos estos años" y "proteger el empleo", a la vez que destacó la importancia de "mantener el poder adquisitivo de los trabajadores".
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