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Debe más de mil millones a proveedores

La industria fueguina sin dólares y endeudada

El BCRA está dejando a empresas sin dólares, el miércoles sólo autorizaron operaciones "calzadas" con exportaciones, un sistema que recuerda al polémico plan "1 a 1" de las épocas de Guillermo Moreno. Advierten que se cajonean las DJAI y que desde la Secretaría de Comercio ya ni responden. Un Director de una de las principales empresas de Tierra del Fuego confirmó que “esta semana no nos habilitaron ni un solo dólar y nos adelantaron que tampoco habrá nada hasta el traspaso de poder”. Además adelantó que la deuda asciende a más de mil millones de dólares.

La deuda de las industrias fueguinas con los proveedores (principalmente de Asia) por compras ya realizadas, que a mitad de año alcanzaba los u$s 900 millones, ya está tocando los u$s1.300 millones, casi 50% más.

Río Grande.- Faltando apenas tres días hábiles para el recambio de Gobierno, la administración kirchnerista “oficializó” que las reservas del Banco Central ingresaron de manera indefectible en una fase crítica.

Luego de la sorpresiva “caída” que el día martes sufriera el sistema para validar las operaciones de “dólar ahorro”, que provocó un desplome en el monto entregado a particulares, justo en el inicio del mes, la fecha de mayor demanda, la entidad que conduce Alejandro Vanoli ahora está profundizando el "cepo" sobre empresas, a las que les prohíbe girar divisas para el pago de importaciones.

La decisión del BCRA está afectando principalmente a industrias que necesitan la autorización oficial para poder costear el ingreso insumos, materias primas y hasta de bienes de capital.

Pero también complica a empresas de servicios, básicamente a las agencias de turismo, que volvieron a toparse con dificultades para enviar dólares al exterior y así cancelar compromisos asumidos con los proveedores.

“Las arcas del Central están completamente agotadas, ya no quedan divisas para darle al sector productivo y tampoco al rubro turístico”, alertó Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior.

Mientras este miércoles al mediodía Vanoli daba una conferencia de prensa, durante la cual se limitó a enumerar los logros de su gestión, los directivos de empresas se encontraron este miércoles con un durísimo cerrojo.

Prácticamente no se habilitó ninguna operación para el pago de importaciones, con excepción de las que estuvieran 100% “calzadas”.

¿Qué significa esto? Que las compañías sólo pudieron hacerse de dólares únicamente si antes liquidaban divisas por ventas al mundo en el Mercado Único de Cambios.

Para Ponce, “esto no es más ni menos que el regreso del polémico sistema del ´1 a 1´ que había implementado Guillermo Moreno cuando era secretario de Comercio Interior”.

Cabe destacar que en momentos en que este funcionario tenía el control total estas operaciones, las empresas debían compensar todos los dólares que solicitaban para el pago de importaciones con un monto equivalente en concepto de exportaciones.

De acuerdo con Ponce, “este miércoles se regresó a las prácticas que imponía Moreno: sólo autorizaron divisas a aquellas empresas que previamente habían liquidado”.

El problema, bajo la óptica del experto, es que se trata de una ínfima proporción de firmas que están en condiciones de “calzar” una operación de importación con una de exportación.

“Más en un contexto en el que las ventas al mundo se están desplomando por los problemas de competitividad cambiaria que arrastra la Argentina y las dificultades que están teniendo algunas compañías para colocar su producción en mercados como el brasileño”, acotó el experto.

Así las cosas, para Ponce “lo que están haciendo desde el Gobierno es paralizar el comercio exterior argentino”.

En diálogo con iProfesional, el director de una de las principales empresas de Tierra del Fuego, que abastece al mercado interno con celulares, televisores y portátiles, confirmó que “esta semana no nos habilitaron ni un solo dólar y nos adelantaron que tampoco habrá nada hasta el traspaso de poder". 

Según el directivo, la deuda con proveedores (principalmente de Asia) por compras ya realizadas, que a mitad de año alcanzaba los u$s900 millones, ya está tocando los u$s1.300 millones, casi 50% más.

El otro problema que enfrentan las empresas importadoras es que el BCRA ni siquiera está respetando el tope de divisas que venía habilitando sin requerir una autorización especial, un límite fue reducido en sucesivas oportunidades hasta llevarlo a apenas u$s50.000 diarios por compañía (en 2011 dicho límite era diez veces más alto).

Al tratarse de un monto ínfimo, las compañías venían apelando a la maniobra de “cuotificar” los pedidos de billetes verdes a lo largo de varias jornadas. Así por ejemplo, quien requerían de una suma total de u$s500.000, cursaba solicitudes durante diez días hábiles seguidos. Sin embargo, esta maniobra quedó totalmente desactivada.

Según confirmaron diversas fuentes del mercado, aquellas empresas que realizaron cuatro o cinco requerimientos “al hilo”, pasaron a una suerte de “lista negra” hasta nuevo aviso.

 

DJAI: se “freezó” la entrega

 

La obligatoriedad de compensar las divisas de importación con un monto similar vía liquidación de exportaciones no es el único problema con el que se han topado las industrias en las últimas horas.

La otra novedad es que la entrega de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), la otra “barrera de contención” que está bajo el control del Ministerio de Economía y que ya venían registrando fuertes demoras, directamente quedó freezada.

Así lo confirmó el CEO de una automotriz europea: “Hasta hace una semana, nos habilitaban las DJAI de a cuentagotas, pero de alguna manera iban fluyendo. Sin embargo, desde el miércoles pasado no nos aprobaron ninguna”.

Cabe destacar que sin este papel, ninguna empresa está autorizada a ingresar productos del exterior. Y el hecho de que la entrega de estos certificados se haya frenado implica un altísimo riesgo para la industria.

“Tenemos que entrar repuestos y autopartes y no hay manera de hacerlo desde hace varios días”, advirtió el directivo de la automotriz.

El otro problema es que ningún funcionario hoy responde un teléfono o contesta un correo electrónico.

“No hay nadie en el Gobierno que hoy nos pueda dar una explicación. Tenemos entendido que están desmantelando todos los equipos técnicos que venían trabajando con el sistema de DJAI por el recambio de Gobierno", afirmó el CEO.

Ponce convalidó esta información al asegurar que actualmente en esa dependencia del Ministerio de Economía se vive un clima cercano al de la desolación, con movimientos de mudanza pero muy poco trabajo operativo.

Cabe destacar que si bien el manejo de las DJAI recae sobre la subsecretaria de Comercio Exterior, Paula Español, el control en realidad lo tiene el secretario de Comercio, Augusto Costa.

“El paisaje que se observa en el piso donde operan estas oficinas es el de canastos de mudanzas, muchas cajas de cartón y el ruido incesante de las máquinas que trituran papeles, que se ha convertido en la música de moda”, graficó Ponce.

 

Crece la “bomba” financiera

 

El reforzamiento del cepo por parte del BCRA volvió a encender las alarmas entre las industrias, dado que el achicamiento del tope y la no aprobación de divisas es sinónimo de mayores plazos para contar con las divisas para el pago de una operación de importación –sin ninguna garantía de que efectivamente se les habilitará el giro- y, además, un incremento de la deuda con proveedores, lo que incrementa el riesgo de default técnico ante las crecientes probabilidades de que sobrevenga una devaluación.

La cifra es de tal magnitud que impacta. Y es definitivamente contundente a la hora de reflejar el nivel de restricciones que están padeciendo las empresas argentinas a la hora de acceder a billetes verdes al precio oficial.

De acuerdo con un relevamiento realizado por Ponce, en base a información suministrada por diversas cámaras, el Gobierno ya está acumulando un pasivo con el sector privado por la friolera de u$s18.000 millones.

Este monto, según el experto, incluye las divisas que el BCRA nunca les habilitó a los importadores por compras al mundo ya efectivizadas y también suma la deuda que el fisco mantiene con empresas exportadoras por pagos demorados en concepto de reintegros e IVA.

Pero eso no es todo: según Ponce, “a ese monto también se le podrían agregar otros u$s7.000 millones por DJAI que fueron rechazadas o que directamente no pudieron ser presentadas”.

El hecho de que el BCRA no pueda entregar dólares y que las empresas acumulen una deuda con proveedores del exterior implica un creciente riesgo financiero, en vísperas de una posible corrección cambiaria.

De hecho, esto es lo que empujó a empresas como American Airlines o AirCanada a dejar de comercializar pasajes desde la Argentina.

“La falta de dólares para el funcionamiento de la economía lleva algunos meses pero ahora están apareciendo todas las manifestaciones juntas: no entregan billetes verdes para atesoramiento, frenan importaciones, prohíben operaciones a futuro y hasta YPF se queda sin billetera para comprar dos empresas por falta de billetera”, sostuvo Ponce.

Así, el final de ciclo cierra de una manera que el propio Axel Kicillof nunca hubiese imaginado. De hecho, en 2012, cuando entonces era viceministro de Economía, había prometido que todos los dólares iban a ir para "bancar" el aparato productivo nacional y no para que la clase media los gaste en bienes de lujo o viajes.

Sin embargo, el malestar de los empresarios demuestra que otra fue la historia: incluso con reservas en caída, los últimos en la fila siempre fueron los industriales, por detrás de ahorristas y turistas.


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