Procesando. Por favor aguarde...
Daniel Scioli no puede ocultar su preocupación durante el discurso de Cristina.
Cristina Kirchner volvió a irrumpir en la campaña de Daniel Scioli con la sutileza de un luchador de MMA. Lo sentó a su lado en la inauguración del espléndido Polo Científico Tecnológico de Palermo, pero no lo dejó hablar y en varios tramos de su discurso volvió a ponerse en líder opositora de un gobierno de Mauricio Macri, al que la auguró un final "con muertos y las calles incendiadas".
"Ya tuvimos un jefe de Gobierno que llegó a Presidente y en el 2001 se fue en helicóptero dejando las calles incendiadas y muertos", afirmó Cristina en el tramo más duro de su discurso, mientras Scioli empalidecía a su lado.
Asumiendo plenamente la autoría intelectual de la campaña del miedo que lanzó el kirchnerismo, Cristina se fabricó su propio 678 y en medio del acto oficial pidió que le pasaran un video por las pantallas, que se retransmitió por los canales que seguían el acto.
El compilado comenzó con declaraciones del macrista Federico Pinedo afirmando que Alfonso Prat Gay era un vocero autorizado del PRO; seguido de una vieja filmación de ese economista afirmando que el problema de la Argentina era que "caudillos" del interior tomaban el poder de la Presidencia y vaticinando que en cualquier momento el gobernador de Santiago del Estero podía terminar de Presidente.
Las patéticas declaraciones del economista que bordean el racismo, fueron exprimidas al máximo por Cristina que afirmó que detrás de Macri estaba regresando la visión política "del Puerto" contra la "barbarie" del interior. "Se trata de una pequeña minoría que se auto ve como una elite iluminada frente a la barbarie del interior", subrayó.
“Lo siento Gerardo lo tuyo no va a poder ser”, martirizó Cristina al santiagueño Gerardo Zamora y siguió desplegando un show propio de un candidato en campaña, que opacó a Scioli casi al nivel de un secretario de protocolo, que la acompañó a cortar las cintas y no mucho mas.
El despliegue de Cristina que incluyó un improvisado “Patio de las Palmeras”, al dar luego del acto un segundo discurso a los militantes de La Cámpora que se movilizaron hasta Palermo.
Tan evidente es que Cristina está ensayando el rol de líder opositora, que de hecho, volvió casi a dar por seguro el triunfo de Macri al afirmar que Prat Gay dijo esas cosas “cuando no pensaban que iban a llegar al poder”. La incomodidad de Scioli fue tan palmaria, que el candidato no se molestó en disimularla .
La puesta en escena transparentó las crecientes tensiones entre el peronismo que se alinea con Scioli y Cristina que no está dispuesta a resignar el centro de la escena, en una remake que lo que fue la guerra fría de Menem y Duhalde, que efectivamente terminó perdiendo ante De la Rúa. Se trata de la clásica dificultad del peronismo para procesar la sucesión, donde el líder que se va, suele preferir la derrota del supuesto heredero, para mantener la conducción de la fuerza, esta vez desde la oposición.
Tensiones que ya no pueden ocultarse, como sucedió hoy con las críticas del gobernador sanjuanino José Luis Gioja contra la designación que impuso Cristina de los camporistas Julián Alvarez y Juan Forlón como auditores o del propio Alberto Pérez, mano derecha de Scioli, que dijo esta mañana con toda claridad que Cristina ya es "parte del pasado".
“Esto es unitarios contra federales, es el Puerto, no la provincia de Buenos Aires donde tuvimos a ese gran caudillo que fue Rosas”, agregó Cristina, una lectora voraz de los textos revisionistas que le acerca Pacho O, Donnell.
La Presidenta, que no le ahorra ningún disgusto a Scioli, volvió a recordar además que “es la primera vez” que en el país habrá un ballotage y retomando la línea del miedo: “Tengo miedo que alguien con esa visión (centralista) llegue al sillón de la Casa Rosada y después resulta que no lo votó nadie y ya les digo, después no vengan con el que se vayan todos”, apuntó en otra apelación directa a los fantasmas de la crisis del 2001.
En esa línea buscó pegar a Macri con la Alianza y pegarle por el lado de la gobernabilidad: “Confunden acuerdos de cúpula con gobernabilidad”, sostuvo y recordó que en aquellos años “yo era senadora y había muchos acuerdos políticos, pero terminamos con las calles incendiadas”
Y enseguida se justificó: “Esto no es campaña sucia, estos es absolutamente decir la verdad”
"Ahora hablan de campaña sucia y la verdad es que campaña cloaca sufre esta Presidenta", agregó, ubicándose nuevamente en el centro de la discusión. Para enseguida, cargar contra la revista Noticias -sin nombrarla-, recordado tapas de esa publicación. "Me hicieron más de 30 tapas por mi condición de mujer, dijeron que soy bipolar porque tengo una familiar con esa enfermedad", agregó en referencia a su hermana.
Y agregó durísima: "Fueron tapas denigrantes donde me pusieron que fingía orgasmos por el poder" y recordó la campaña telefónica sucia del macrismo contra Daniel Filmus, que dijo, “todavía estamos esperando a ver que resuelve el juez”.
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