Procesando. Por favor aguarde...
Sergio Massa estrenó el traje de referente opositor ante algunos de los empresarios más importantes de la Argentina. "La elección del 25 de octubre definió roles. A nosotros nos corresponde el rol del control y garantía de gobernabilidad. No vamos a permitir que en base a poderes residuales intenten extorsionar al próximo Presidente", aseguró.
Cuando terminó su discurso ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), el líder de Unidos por Una Nueva Alternativa (UNA) escuchó las preguntas de los empresarios que se juntaron en el Hotel Alvear para oír su conferencia. A la tercera consulta, les recordó a los presentes: "Esas son preguntas que le corresponde responder a los candidatos a presidente, no a mí".
La infaltable inquietud acerca de a quién votará en el ballotage del próximo 22 de noviembre también tuvo lugar. Una vez más, Massa insistió en que es una decisión de los votantes y no le corresponde a él decir a quién deben apoyar. Pero, como en la cumbre que organizó la semana pasada, hubo claras señales de que prefiere un triunfo de Cambiemos.
Recién después del debate del 15 de noviembre podría haber novedades en la posición de UNA. Massa aseguró que ya tiene compradas las papas fritas, el maní y la gaseosa para verlo. Según las propuestas que presente cada candidato, el frente podría modificar su postura de cara al ballotage.
Mientras tanto, señaló que "el próximo presidente no puede ser elegido en base al miedo a la impunidad o a la pérdida de derechos". Levantó entonces una de las rondas de aplausos más fuertes del almuerzo. Más tarde, en diálogo con los periodistas presentes, aclaró que Daniel Scioli encarna el miedo a la impunidad y Mauricio Macri, a la pérdida de derechos. Pero las múltiples denuncias contra la llamada "campaña del miedo" hicieron inevitable la lectura de que el mensaje fue dirigido sólo contra el kirchnerismo.
La negociación de cargos, el nuevo PJ y el lejano 2019
El escritor y periodista Jorge Asís tomó el micrófono durante la ronda de consultas habilitada para los empresarios. Al verlo, Massa se rió y confesó haberlo llamado alguna vez a las 2 de la mañana para felicitarlo por un artículo.
Pasadas las bromas de rigor, Asís le preguntó si para "salvar al peronismo primero hay que dejarlo perder". El líder de UNA hizo entonces el guiño más claro hacia una derrota del kirchnerismo: "La alternancia en el poder es la que no solamente va a generar recambio de dirigentes, sino también la consolidación del peronismo como una idea, sistema y un partido en la Argentina".
"El peronismo que viene es el que termina con la idea de que la construcción de la mayoría lleva a la construcción de una hegemonía", vaticinó. En la mesa principal lo escuchaban el titular del CICyP, Eduardo Eurnekián, el empresario petrolero Alejandro Bulgheroni, el banquero Jorge Brito y Adrián Werthein, titular del Grupo Werthein, entre otros.
Más tarde, los periodistas le preguntaron si esa idea de renovación lo incluye como conductor del Partido Justicialista (PJ). Como señaló la semana pasada, Massa reiteró que su idea es mantener a UNA como un frente amplio que incluya no sólo a peronistas, sino también a radicales e independientes. Si alguien tiene que conducir el partido, en su opinión ese es "el mejor peronista de todos", su compañero José Manuel de la Sota.
El diputado nacional reconoció que si el kirchnerismo pierde las elecciones del próximo 22 de noviembre, el recambio en el partido será el más importante de los últimos 25 años. Tres fueron los nombres que mencionó como estrellas ascendentes en ese hipotético proceso. Todos ellos peronistas con diferencias con el kirchnerismo: el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y el actual ministro de Transporte, Florencio Randazzo. También sugirió que habrá que estar atento al rol que cumplirán los gobernadores que asumirán el próximo 10 de diciembre. Sobre todo al entrerriano Gustavo Bordet, el chubutense Mario Das Neves y el cordobés Juan Schiaretti.
Aún fuera de la competencia, Massa mantiene el tono de un candidato en campaña. En la ronda de preguntas, un empresario llegó a preguntarle si ya piensa en las presidenciables de 2019. El hombre de Tigre dio una típica respuesta de candidato: "El 2019 queda muy lejos. Yo voy a trabajar y colaborar. No me van a encontrar siendo parte de los miserables de la política. Siempre me van a encontrar proponiendo caminos alternativos".
En cuestiones más cercanas en el tiempo, también prefirió patear la pelota hacia adelante. ¿Negociará cargos en el gobierno del próximo presidente? Aunque las conversaciones ya se dan a múltiples niveles, él aseguro que sólo cuando se conozca quién será el sucesor de Cristina Kirchner podría entablar algún tipo de negociación formal. En cambio, para el gabinete bonaerense de María Eugenia Vidal, las conversaciones ya están en manos del diputado nacional Felipe Solá, el senador provincial Jorge D'Onofrio, el intendente Joaquín de la Torre y el diputado provincial Jorge Sarghini.
Venezuela, el Mercosur y la Alianza del Pacífico
Ante la mirada de los embajadores Noah Mamet (Estados Unidos), Everton Vargas (Brasil),Wanming Yang (China) y Noriteru Fukushima (Japón), Massa dio indicios sobre las posturas de política exterior que su partido está dispuesto a acompañar.
El líder de UNA reiteró su idea de que la Argentina debe "volver al mundo" y alejarse de naciones como Irán o Venezuela. Aclaró que, en su opinión, el país debe consolidar su lugar en el Mercosur, pero debe empezar a construirse "un bloque regional con los países que están mirando al (océano) Pacífico", como Chile, Colombia, Perú y México. Ellos firmaron hace poco el acuerdo de libre comercio más grande del mundo con los Estados Unidos y otros siete países.
El mes pasado, Macri anunció que si gana las elecciones llevará al Mercosur una moción para que Venezuela sea suspendida por violar la cláusula democrática con la detención del dirigente opositor Leopoldo López, una medida que tensionaría al bloque como pocas veces en la historia. Consultado al respecto, Massa recordó que hace unos meses recibió en su propia casa a la mujer de López, Lilian Tintori, y anticipó: "Yo no banco a los populismos autoritarios".
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