Rafecas pareció avalar la investigación sobre el presunto lavado de dinero proveniente de la corrupción en los hoteles de la Presidenta que administra su hijo Máximo, al validar los allanamientos que ordenó realizar su colega Claudio Bonadío en las oficinas santacruceñas de la familia Kirchner.

Pero esa decisión es apenas una máscara para otra serie de resoluciones que apuntas a ofredarle a la Casa Rosada lo que busca: que la investigación quede congelada.

En la misma resolución, Rafecas anuló hoy la designación de peritos contadores y la realización de la pericia contable ordenada sobre la documentación secuestrada.

Pero la decisión más gravosa que tomó para el avance de la investigación es no haber hecho lugar al pedido de Margarita Stolbizer de ser tenida por parte querellante, con la única pretensión de sacarla de la causa y trabar así el impulso y control que la diputada ejercía sobre la investigación.

Los abogados de la candidata de Progresista, anticiparon a LPO que impulsarán un recurso de queja ante la Cámara de Casación, con el argumento que Rafecas no estaría en condiciones de tomar ese tipo de resoluciones porque aún no está decidido si es o no el juez de la causa ya que Stolbizer cuestionó la separación de Bonadio dispuesta por la Cámara Federal y Casación aún no se explidió sobre ese particular.

Pero una mirada más fina, estima que el juez cometió ese “error”, porque habilitaría pedidos de nulidades de las partes sobre todas las resoluciones que tomó hoy.

Esto habilita la posibilidad de que tanto Romina Mercado, directora de Hotesur y sobrina de Cristina Kirchner, como Sanfelice opongan pedidos de nulidades de todas las pruebas recolectadas en Santa Cruz.

Esos pedidos de nulidades deberían ser resueltos por el mismo Rafecas y luego la Cámara Federal y la Casación podrían avalarlos, disolviendo la causa por etapas, hasta hacer desaparecer las evidencias, coinciden las fuentes consultadas.

“La causa Hotesur se convirtió en un híbrido, sumergida en un pantano procesal que tiene como único objetivo hacerla implosionar”, explicaron a LPO las fuentes consultadas.

El plan del núcleo más cercano a Cristina es simple. Anular las pruebas secuestradas en Santa Cruz que hoy resguarda Prefectura y lograr que la causa pase a tramitar en el sur, donde se cerraría definitivamente, como pasó con todas las investigaciones contra los Kirchner que radicaron en juzgados de la Patagonia.

Para esto último, Romina Mercado y Sanfelice ya apelaron la resolución de Bonadío que ratificaba la jurisdicción federal de la ciudad de Buenos Aires sobre el caso.

Este plan se complementa con la idea de aplicar a la causa la “teoría de los frutos del árbol envenenado”, que busca encontrar vicios de origen en la recolección de pruebas, para anularlas y lograr así que la causa de desplome, explicaron a LPO las fuentes consultadas.