El integrante de la junta electoral municipal Guillermo Worman tuvo una visión crítica de la primera vuelta electoral, por la falta de capacitación de autoridades y, sobre todo, por la demora del juzgado en dar a conocer los datos. Cuestionó que se cargaron como “un distrito único”, por lo que no se pudo conocer el desagregado por ciudades. Subrayó, de cara a la segunda vuelta, la importancia de conocer el comportamiento de cada localidad con el voto en blanco, que alcanzó un nivel récord para la Legislatura. Con autocrítica, analizarán si a futuro se elimina la caja contenedora que varias autoridades no pudieron siquiera armar correctamente. Como positivo, destacó la celeridad por el doble cuarto oscuro, y que no hubo denuncias de fraude.

Falta de capacitación de autoridades, errores en la metodología de carga de datos, sin desagregado por ciudades, forman parte de los puntos débiles que marcó por Radio Nacional Ushuaia el integrante de la junta electoral municipal Guillermo Worman.

La caja contenedora de boletas fue objeto de quejas y bromas de todo tipo, pero fue un detalle menor comparado con la demora en difundir los datos a la población en general, dado que se publicaron sólo los partidos con mayor cantidad de votos y sin desagregar por ciudades.

Pese a todo, la elección “fue muy rápida para los electores, porque la gran mayoría de las personas que fueron a votar no tuvieron tiempo de espera, salvo mesas puntuales donde se planteó una situación particular. En no más de diez minutos terminó todo el proceso de votación, funcionaron muy bien los biombos, pero en algunas mesas tuvimos dificultades con las cajas, básicamente por la dificultad de algunas autoridades para armarlas”, dijo, aportando un dato insólito que tiene directa relación con la falta de capacidad para ejercer esa función de parte de las autoridades.

“Hubo molestias sobre todo a primera hora por parte de algunos fiscales generales, porque en algunas mesas las cajas estaban en formato horizontal, o había incomodidad por la disposición de las boletas. No fue algo generalizado, en algunas mesas las armaron muy bien y las boletas estaban muy prolijas”, señaló, sobre un problema atribuible a fallas humanas y de las autoridades.

“Le preguntamos su impresión a un número importante de electores y los que tenían en claro a quién iban a votar, no tenían ninguna dificultad con la caja; pero para las personas que tomaban la decisión a último momento fue más complejo leer las boletas en un cuarto oscuro más chico y dentro de una caja ordenadora, que con las boletas sobre las mesas”, admitió.

Como positivo, destacó que “no hubo denuncias de voto cadena, ni intento de fraude ni de ningún tipo en particular”.