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Lo ratificó el científico Ernesto Piana

La población fueguina tiene más de 10.500 años

El arqueólogo Ernesto Piana explicó que la población fueguina originaria llegó hace 10.500 años durante la era glaciar y tras el aislamiento de Tierra del Fuego creó una cultura propia, centrada en la explotación de productos de mar especialmente en el sur provincial hasta el Cabo de Hornos. “Ahora sabemos que sí hubo gente, que no podían ser pocos estos habitantes y que pudieron sobrevivir más de 1.500 años sin tener aportes de nuevas poblaciones y hasta generaron su industria local”, resaltó el investigador del CADIC - CONICET.

El arqueólogo Ernesto Luis Piana relató que “hace 6.500 años aparecen los canoeros, la gente que empieza a vivir del mar, por el mar y navegarlo que van a ser los antecesores de los Yámanas y de los Yaganes”.

Río Grande.- El arqueólogo Ernesto Luis Piana, eminente científico del CADIC, fue entrevistado por el programa ‘Buscando el Equilibrio’ que se emite por Radio Universidad (93.5 MHZ) donde se refirió a distintos proyectos de ciencia relacionados con la arqueología.

En relación a la bahía de Ushuaia, en donde estuvieron trabajando biólogos y químicos, también le tocó en parte a la especialidad de Piana. “Lo que estuve haciendo es un trabajo sobre impacto arqueológico, viendo los lugares, como Prefectura –por ejemplo- al lado de la bahía donde tienen que construir para encontrar la parte de yacimientos arqueológicos que deben ser estudiados o pasibles de ser salvados”.

Piana recordó que “Tierra del Fuego tiene una ley de protección de yacimientos arqueológicos promulgada en 1997 y que es previa a la sancionada por la Nación en el 2003 y de hecho, el primer decreto de protección de yacimientos arqueológicos es de 1978. Tierra del Fuego es pionera en materia de protección de yacimientos arqueológicos en cuanto a legislación moderna”.

En ese sentido destacó que la Constitución de la provincia (sancionada en 1991) “establece el esquema de protección del patrimonio cultural y la habilitación de cualquier ciudadano para actuar en línea de protección del patrimonio cultural, incluido el arqueológico”.

Para el especialista, estas normas previas “permiten actuar con anticipación; de hecho, lo que está en nuestra constitución de 1991 fue replicada en la reforma de la Constitución nacional de 1994”, elogió y entendió que “hay elementos de implementación muy bien hechos y elementos no tan bien hechos”.

Fundamentó su apreciación que “en los barrios que el IPV hizo en Ushuaia para la zona del Pipo ha hecho análisis arqueológicos para evitar la pérdida de patrimonio; en Vialidad Provincial, en su época cambió la traza de la Ruta en la salida de Ushuaia y se terminó armando una reserva en Playa Larga que iba a ser destruida por esta ruta y se corrió”.

Agregó que “en su momento le habíamos hecho los análisis para la Ruta 30 en el tramo Remolinos – Escarpado y tenían mucha información, no se si la seguirán teniendo o no; pero hace 10 ó 15 años se había hecho tanto así que uno de los yacimientos que iba a ser destruido por aquel proyecto –y no digo un proyecto actual-, fue excavado con fondos provenientes en parte privados y en parte de Vialidad, para dejar libre ese espacio y que saliera”.

Relató otro ejemplo: “cuando hubo que hacer un shopping acá –el único shopping grande que hay en Ushuaia- en ese cerro encontramos siete yacimientos que tuvieron que ser excavados para que pueda seguir la obra”.

Asimismo, “para Obras Públicas se hicieron excavaciones de yacimientos para dejar libre plantas de tratamiento en el Pipo y podrían seguir los ejemplos, todo esto es muy bueno”.

Contrastó sin embargo que “también hay mucha destrucción porque no se avisa, se notifica o comunica y se encuentra de golpe y perdemos mucha riqueza”, lamentó.

El arqueólogo explicó que generalmente a 15 centímetros o menos, pueden saber si hay un yacimiento pasible de ser protegidos, en otros casos, “cuando encontramos terrenos sedimentarios, que pudo recibir una carga de sedimentos naturales como capa, hay que ir a hasta la profundidad donde se encuentren; puede ser también un desprendimiento previo en una ladera y eso puede ser un yacimiento previo. La ventaja es que acá son más visibles que en la zona de Río Grande donde es más difícil de ver un yacimiento por el tipo de acumulación de restos, son mucho menos visibles y por lo tanto, más difíciles de encontrar”.

Ernesto Piana viene trabajando en Tierra del Fuego desde 1975 y luego se sumó el equipo del CADIC cuando se estableció en 1983 y desde ese tiempo “no es más importante un hallazgo u otro, porque lo que tratamos de hacer es ver panoramas completos, armar un rompecabezas porque la parte más importante es la imagen y no una parte”.

 

Una historia de mil quinientos años

 

El arqueólogo Ernesto Piana recordó que “cuando empezamos en el 75, acá se consideraba que la gente no podía haber poblado esto no más allá de 1.500 años atrás, pero hoy sabemos que tenemos una historia de más de 10.500 años. También se consideraban que eran grupos muy primitivos, pero sin embargo sabemos que eran grupos muy bien adaptados, muy capaces que supieron sobrevivir con una relación muy importante con el ambiente”, elogió.

Añadió en ese punto que “se suponía que eran grupos que estaban arrinconados acá, empujados por otro tipo de culturas, vaya a saber por qué y en realidad pudimos comprobar que tuvieron una demografía de 20 a 40 veces la de la Pampa y la Patagonia si uno compara la llegada de los europeos”.

Destacó además que “pudimos recuperar una historia que empieza hace más de 10.500 años atrás, cuando las costas de Tierra del Fuego eran muchos más extensas porque había mucho hielo en los continentes (la última glaciación) y habían bajado los niveles del mar. Entonces, los antiguos pobladores llegaron caminando a Tierra del Fuego porque esto era una continuidad con la Patagonia continental”.

Relató que “hace 8.000 años aproximadamente medido por métodos radiocarbónicos, se abrió el Estrecho de Magallanes y se aisló Tierra del Fuego. La pregunta que teníamos era si había quedado gente y si esa gente tuvo la capacidad de sobrevivir. Ahora sabemos que sí hubo gente, que no podían ser pocos estos habitantes y que pudieron sobrevivir más de 1.500 años sin tener aportes de nuevas poblaciones y hasta generaron su industria local”.

Continuando con la ilación de la exposición, Piana relató que “hace 6.500 años aparecen los canoeros, la gente que empieza a vivir del mar, por el mar y navegarlo que van a ser los antecesores de los Yámanas y de los Yaganes”.

“Una vez que dieron la inversión de neuronas y esfuerzo para contar con canoas y poder vivir del mar, pudieron colonizar desde la costa Norte del Canal Beagle hasta el Cabo de Hornos, transformándose en la población más austral del mundo hasta las recientes ocupaciones en la Antártida y evidentemente eran un pueblo originario con todas las de la ley ya que hemos podido constatar que no ha habido población antes que llegaran ellos a esa área y los hemos rastreado sin que falte ningún lapso en el medio desde entonces hasta la llegada de los europeos”.

Explicó que los Yámanas y Yaganes “eran pueblos nómades y tenían chozas muy flexibles y rápidas (de armar); eran chozas cónicas o en domos, lo que tenían era re ocupación del espacio, muchísimas veces volvían a hacerlas al mismo lugar –hay muchas razones para explicar esto- y por lo tanto había mucha acumulación en el mismo lugar”.

Asimismo compartió Piana que “cuando hicimos réplicas de una choza, nos dimos cuenta que podía durar mucho más de lo que esperábamos. Nosotros creíamos que podían estar alrededor de quince días y en realidad llegaban a durar unos cuatro a cinco años. Esto se abandonaba, se quedaban corto tiempo, unas semanas en un lugar y se iban moviendo constantemente puesto que eran nómades y ese movimiento era variable, iban desde los 500 metros a los 70 kilómetros y hay que pensar que las chozas no funcionaban como casas sino como carpas de campaña”, explicó.

Entendió que esto era así porque los pueblos originarios “utilizaban estas chozas para pasar un mal momento, ya que ellos vivían afuera, al aire libre”.

Detalló que “para las chozas en domos utilizaban renovales para tener palos suficientemente largos de modo de clavarlo en una punta, flexionarlo y clavar la otra punta, dejando diámetros de 3,5 a 4 metros en medio y después se cubrían con ramas y hojas y eventualmente también, algún cuero encima. Funcionaban bastante bien y lo que no podían tener era ningún tipo de chimenea porque se podían quemar. Se necesitaba que tuvieran una capa de humo constante adentro para que el fuego que estaba en el centro de la choza para evitar que una chispa haga entrar en ignición la choza, por lo tanto había una constante exposición al humo”.

Recordó también “encontramos cuevas en Península Mitre, lo que no encontramos fue ocupación humana de las mismas. No tenemos datación precisa porque son fallas geológicas y hay pocas. Si alguna vez la ocuparon los humanos tuvo que haber sido muy eventualmente, pero no era lo común”.           

En terreno geológico recordó que “Tierra del Fuego está sobre dos placas tectónicas, la Placa de Sudamérica hacia el Norte y la de Nueva Escocia que va desde el Lago Fagnano llegando hasta la Antártida y se desplaza hacia el Este. La placa sudamericana nace también en el Fagnano hacia el norte y se desplaza hacia el Oeste y las mediciones que tenemos de la costa Norte y Sur que tenemos del Lago Fagnano, indican que nos estamos desplazando en una diferencia relativa de 1,2 a 1,4 de milímetro por año y es una de las razones para saber que estamos en una zona sísmica por dos placas que se mueven en sentidos opuestos. En ese esquema, hay lugares de fracturas donde la temperatura de base hace aflorar agua caliente como es el caso de las Termas del río Valdez”.

 

Los Yaganes

 

Según el blog http://trabajoyaganes.blogspot.com.ar/ , los Yaganes fueron el pueblo más austral del mundo vivían en los archipiélagos del sur del continente, al Este del Cabo Brecknock, entre el Canal Beagle y el Cabo de Hornos.

Se conoce la existencia de cinco parcialidades Yámanas, que correspondían a variedades dialectales de la lengua Yagán y cuyos nombres y ubicaciones son los siguientes:

Wakimaala: en Canal de Beagle desde Yendegaia hasta Puerto Róbalo, incluyendo Isla Ambarino, el Canal Murray e Isla Hoste.

Utamaala: al este de Puerto Williams y la Isla Gable hasta las islas Picton, Nueva y Lennox.

Inalumaala: en el Canal de Beagle, desde la punta Divide hasta la península Brecknock.

Yeskumaala: en el archipiélago del Cabo de Hornos

Ilalumaala: desde Bahía Cook, hasta el Falso Cabo de Hornos.

 

 


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