Tras la polémica, el Senado logró un dictamen y avanzó en una ley que pone un tope a las comisiones que cobran las tarjetas de crédito. La regulación establece que las tarjetas deben bajar las comisiones que cobran a los comercios: en el caso de las operaciones con crédito no pueden superar el 1,5%, mientras que en débito serán del 0,5%.

Un dictamen para avanzar en la ley de tarjetas de crédito estaba detenido por un desacuerdo entre senadores. El miércoles se subsanó y los legisladores Alfredo Luenzo (de Chubut, responde al gobernador Mario Das Neves) y Laura Rodríguez Machado (del PRO) irán a seguir hablando al respecto con el secretario de Comercio, Miguel Braun.

Con un dictamen en la mano, las posibilidades de negociar con el Gobierno son mayores. De todas formas, aunque hay una posición común, hay espacio para introducir algunas modificaciones cuando el proyecto sea votado en el Senado.

El Banco Central propuso que la rebaja de las comisiones a las tarjetas de crédito y débito fuera gradual, pero Luenzo pidió que no hubiera progresividad y que la modificación se hiciera de una sola vez. Eso fue lo finalmente plasmado en el dictamen que quedó firmado.

El Gobierno investiga a Prisma, que maneja la tarjeta Visa, por "abuso de posición dominante". La compañía es controlada por los mayores bancos del país. El Poder Ejecutivo quiere que Prisma cambie de dueños y que haya una mayor competencia, facilitando el ingreso de nuevos jugadores al sector.

Los 14 bancos dueños de Prisma dejarán de ganar alrededor de $3.600 millones en nueve meses de 2017, sólo por el efecto de una norma que aprobó el Banco Central para reducir los aranceles que cobran sobre los consumos en los comercios.

Con las antiguas tasas de intercambio (del 1,3% con débito y el 2,7% en crédito), lo percibido por las entidades habría sumado $14.200 millones; pero con las nuevas, modificadas por el BCRA y vigentes desde el 1 de abril, esa percepción quedará reducida a $10.600 millones.

En ese sentido, la tasa de intercambio puede ser un instrumento importante. "Son la parte del arancel cobrado a los comercios y que los bancos reciben de las tarjetas en las transacciones hechas con crédito y débito", explicaron desde la Cámara Argentina de Comercio. Desde el 1 de abril, estas tasas debían tener un tope del 1% para las tarjetas de débito y del 2% para las de crédito. Sin embargo, las tarjetas no llegaron a aplicarlo en abril, por "problemas técnicos".

Prisma aclaró que "a partir de mayo 2017, los sistemas quedaron ajustados a la nueva Comunicación del BCRA, y se reprocesaron las transacciones del mes de abril 2017 a tales efectos". De esa forma, todas las transacciones con crédito y débito ocurridas desde el 1° de abril se les aplica la tasa de intercambio dispuesta por el Banco Central.

La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) abrió una investigación sobre "abuso de posición dominante" por parte de Prisma. "Los comercios se ven afectados por las elevadas comisiones que pagan por cada transacción y por la imposibilidad de elegir las condiciones de contratación que más le convengan para operar con determinada tarjeta", señaló la CAC.

Pero para compensar el impacto sobre los números, las principales entidades prevén un nuevo aumento del 15% (el segundo en un año) en las comisiones que cobran a los clientes por sus productos y servicios.