Pese a la represión y los tres muertos del miércoles, la oposición venezolana vuelve hoy a protestar en las calles en los mismos 26 puntos de Caracas y a la misma hora de las 10 de la mañana, según la convocatoria de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática, de mantener la movilización hasta que se restablezca la democracia.

La intensidad de la marcha, demostrada en el feriado del 19 de abril, cuando los caraqueños salieron en masa para reclamar elecciones y un cambio de gobierno, ha bajado hoy de nivel porque se trata de un día laboral. Pero de todos modos, desde temprano la policía comenzó a reprimir.

Agentes antimotines lanzaron bombas lacrimógenas para dispersar pequeñas concentraciones de opositores en Caracas, para impedirles confluir en la marcha convocada contra el presidente Nicolás Maduro.

En el oeste de la capital, donde el miércoles hubo fuertes disturbios, se registraron escaramuzas en los sectores de Santa Mónica y El Paraíso, donde se habían concentrado decenas de personas.

"Menos de 100 personas nos estábamos concentrando, nos lanzaron gases lacrimógenos, dispersando la manifestación que ni siquiera estaba trancando el tránsito. Esto no va a poder con nosotros. Vamos a reagruparnos y a seguir", advirtió el dirigente opositor universitario Hasler Iglesias, en Santa Mónica.

El gobernador Henrique Capriles fue el portavoz de continuar las marchas. Aseguró que "millones de venezolanos salieron ayer a defender la Constitución" y que a los fallecidos de esta jornada se deben sumar los otros seis que murieron en otras manifestaciones antigubernamentales de las últimas semanas "asesinados por los cuerpos de seguridad del señor Maduro".

Señaló que la MUD condena la represión por parte de los organismos de seguridad y pide "a todos los organismos internacionales, a todos los defensores de los derechos humanos que volteen la mirada a Venezuela»"para que observen "lo que viven" los venezolanos.

Pero la normalidad no ha vuelto con la vuelta al trabajo. Los manifestantes se muestran dispuestos a continuar en la calle, pese a que la jornada de protesta del 19 de abril dejó tres muertes y al llamado al diálogo del presidente Nicolás Maduro y su promesa de convocar elecciones.

Maduro dijo que quería elecciones pronto para “verle la cara a Julio Borges (presidente de la Asamblea Nacional) y a Henry Ramos Allup (ex presidente de la Asamblea Nacional)”, pero no aclaró si las elecciones eran presidenciales ni cuándo.

El mandatario tampoco mencionó a las muertes registradas durante la protesta del miércoles, entre ellas, un joven de 17 años en Caracas y una mujer de 23 años en San Cristóbal, Táchira, asesinados con arma de fuego. Y mucho menos a militar anunciado por el oficialista Defensor del Pueblo.

El Defensor del Pueblo, William Tareck Saab, dijo a través de twitter que el sargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada), Neomar San Clemente Barrios, fue asesinado por un francotirador en San Antonio de Los Altos, municipio de Los Salias, del estado Miranda, cerca de Caracas.

En ese escenario de San Antonio de los Altos, el Defensor del Pueblo dijo que resultó herido de bala el coronel Juan Carlos Arias, sin precisar mayores detalles del hecho.

Los tres casos de ayer suman al menos nueve muertos desde hace tres semanas cuando comenzaron las protestas antigubernamentales en todo el país por la anulación de las facultades parlamentarias por parte de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.

Aunque las competencias parlamentarias fueron devueltas parcialmente, la Asamblea Nacional considera que la situación del golpe contra la soberanía popular continúa por lo que ahora piden la destitución de los 7 magistrados de la Sala Constitucional y el respeto a la autonomía del legislativo.