Antes que el coronavirus obligara a paralizar la actividad y la vida social del país y gran parte del mundo, los fondos provinciales proveniente de la explotación de hidrocarburos ya venían en picada. Los motivos son un conjunto de situaciones que terminaron perjudicando a la provincia en su recaudación.

La salida operativa en el mes de septiembre de una nonoboya en planta cruz del sur, fue el primer dolor de cabeza para la provincia y lo sigue siendo, pese al tiempo trascurrido, YPF aún no ha reparado la monoboya, con lo cual el yacimiento que controla YPF carga menos hidrocarburos y obviamente esto se traduce a menos recursos para la provincia. Según los técnicos del gobierno esta ruptura ya le ha causado una pérdida de más de 300 millones de pesos al erario público.

A la falta de inversión en el sector petrolero, hay que sumarle que ha comienzo del año el país manejaba un precio del barril de usd61/BBL, pero con la primeras noticias que comenzaron a llegar de China sobre el desconocido coronavirus que amenazaba en convertirse en una Pandemia, el precio del barril comenzó a bajar  frente a un escenario de profunda incertidumbre hasta ubicarse en 51/BBL.

Luego sobrevinieron los tironeos entre los países árabes y los rusos, que en lugar de estabilizar el valor del barril hicieron lo contrario, subieron la producción y hundieron la cotización, en el mes de Marzo, el barril cotizó un promedio de US35/BLL y nada indica que habrá una pronta recuperación. En Agencia de Recaudación Fueguina, traducen esta situación en una pérdida del orden de los 500 millones de pesos.

Es decir, solo por la ruptura de la monoboya y por la caída en el precio del barril la provincia puede llegar a perder unos 800 millones de pesos.

Aparte de los millones que pierde el gobierno provincial en esta materia, hay otro tema que preocupa y tiene que ver con el empréstito en dólares tomado por el gobierno de Rosana Bertone, este crédito tiene como garantías las regalías hidrocarburiferas, es decir la cuota y los intereses acordados oportunamente son debitados de las regalías antes que el Estado provincial se haga de esos fondos, de seguir este deterioro en los números, los riesgo de no poderse hacer frente a los compromisos son cada vez más reales. Tal vez un reperfilamiento de esa deuda sea un próximo tema de agenda del gobierno provincial.

El pedido de la OFEPHI

Podría decirse que  Pandemia que provocó el coronavirus, en realidad fue el golpe de suerte a la actividad petrolera que ya venía en picada. La caída del valor del barril petrolero y el parete que tiene la actividad son las causas directas de una caída drástica en las regalías hidrocarburíferas que recibe la isla.

Si la economía pasó a un segundo plano frente a la crisis sanitaria del coronavirus, como dijo Alberto Fernández, la problemática energética parece haber quedado relegada completamente.

Ante el desplome de los precios internacionales del crudo, los gobernadores petroleros acordaron una propuesta conjunta de fijar un barril criollo de 54 dólares y llevar las retenciones al 0% mientras la cotización internacional del Brent permanezca en estos niveles.

Sin embargo, el pedido no tuvo respuesta alguna por parte de las autoridades nacionales que argumentan estar abocados en un 100% a morigerar el avance de la pandemia.

En consecuencia, los ministros de Economía provinciales le dieron un nuevo ángulo a su reclamo y enviaron un documento mucho más técnico donde afirman que la caída de sus ingresos por regalías profundizará la crisis fiscal por el coronavirus.

"En el actual contexto económico y financiero recesivo, la caída en los precios del barril de petróleo profundiza el impacto negativo sobre la actividad económica de las provincias afectadas. El precio del barril actual implicaría una pérdida de ingresos por regalías aproximadamente del 42% que deriva en un menor importe de recursos propios para financiar gastos corrientes", sostienen.

"Se advierte una baja en la recaudación en impuestos provinciales y se infiere una inminente situación de ruptura en la cadena de pagos. Por el lado de los egresos, se reducen fuertemente las posibilidades de atender los próximos vencimientos de deuda por los diversos títulos emitidos por las provincias, que se encuentran garantizados con regalías", alertan.

Tras describir este escenario de alarma, vuelven a pedir el precio sostén -aunque sin mencionar los 54 dólares-, el congelamiento de combustibles en surtidor, un sendero de retenciones móviles, la liberación de exportaciones y un nuevo marco jurídico.

El escrito lleva las firmas de los ministros de Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Río Negro, La Pampa, Salta, Tierra del Fuego y Mendoza, que establecieron un canal de diálogo con Martín Guzmán, pero sobre todo con Matías Kulfas, a quien ven como el más receptivo de sus demandas.