El hecho que involucro a un docente supuestamente con licencia por enfermedad durante más de cuatro años, con estadía en Buenos Aires y sueldo pago quien cargo violentamente contra dos supervisoras escolares a quienes las atacó verbal y físicamente, podría inscribirse en un hecho policial más de los tantos que ocurren a diario.

Pero tratándose de un ataque violento de un hombre desencajado contra dos mujeres en cumplimiento de su trabajo y teniendo en cuenta la campaña en todo los rincones del país para tratar de desactivar la “violencia de género” es que llamó poderosamente la atención el llamativo silencio de organizaciones que luchas por el loable propósito de erradicar la violencia machista instalada en nuestra sociedad.

Desde el gobierno provincial fue el propio Jefe de Gabinete Leonado Gorbacz quién salió al cruce de los hechos donde el docente Luis Gerez agredió a golpes de puños a las dos supervisoras Gabriela Rivero y Paula Volpi.

“El que no quiera trabajar que renuncie” dijo Gorbacz condenamos enérgicamente la violencia de género, “Si no quiere trabajar que renuncie y no ande por ahí pegándole a mujeres” agregó el funcionario.

Lo cierto es que el profundo silencio de organizaciones como la que representa Alika Kinan llama poderosamente la atención, incluso la actitud “corporativista” del SUTEF que en lugar de condenar el episodio por tratarse claramente de un “hecho de violencia de género” salió a criticar al gobierno por los controles que ejerce sobre el ausentismo de los docentes.

Es lamentable la actitud tanto de Alika kinan como del propio SUTEF, los hechos de violencia de género deben ser repudiados por sobre todas las situaciones coyunturales que puedan interferir.

La semana pasada un hombre hizo provecho de su “machismo y violencia” y la ejerció impúdicamente contra dos mujeres, este es el acto que debe ser repudiable en forma enérgica y por sobre toda otra situación. Esto no sucedió la semana pasada en nuestra provincia, al parecer hay organizaciones que entienden que la “Violencia de Género” se puede moldear de acuerdo a los intereses coyunturales. Lamentable por cierto.

La crónica de la violencia repudiada solo por el gobierno

Esta semana el docente Luis Gerez deberá enfrentar los cargos de “Violencia de Género”, pero detrás de ésta discusión se esconde otro hecho repudiable, se trata de las licencias por supuesta enfermedad que gozan cientos de docentes que cobran sus sueldos y viven en Capital Federal con un dudoso tratamiento a largo plazo.

Todo sucedió cuando personal policial de la Comisaría Primera detuvo en instalaciones del Ministerio de Educación de Ushuaia, sito en el Barrio 60 Viviendas, a un violento sujeto que luego de discutir acaloradamente con las supervisoras del sector, Gabriela Rivero y Paula Volpi, las agredió físicamente.

El hecho fue protagonizado por el docente Luis Gerez, quien se presentó en las dependencias oficiales para realizar un reclamo por un cambio de destino en sus tareas luego de una larga ausencia con goce de sueldo por licencia médica durante cuatro años en el norte del país. 

Al obtener una respuesta negativa por parte de Rivero, quien le trató de explicar que no tenía facultades para acceder a su requerimiento, el individuo se tornó muy agresivo, la tomó del cuello y le asestó dos golpes de puño en el rostro, al punto de que le rompió los anteojos que llevaba puestos.

Intentando auxiliar a su compañera, Paula Volpi intervino entonces, agarrándola Gerez del brazo izquierdo, retorciéndoselo.

Ante la dantesca escena, otros agentes públicos llamaron a la Policía, a cuya llegada el hombre se desmayó.  A raíz de ello se dispuso su traslado al Hospital Regional Ushuaia a bordo de una ambulancia para su observación. En consecuencia, el fiscal de turno dispuso que se suspendiera la detención hasta la recuperación del ahora imputado, quien deberá presentarse esta semana en dependencia del Poder Judicial a prestar declaración indagatoria.