“Qué bueno que estemos hoy trabajando", bromeó el presidente Mauricio Macri al inaugurar el Foro Económico Mundial para Latinoamérica, que se realiza por primera vez en Buenos Aires con el paro general de la CGT de fondo.

Frente a empresarios, organismos de crédito y funcionarios internacionales, desde el Hotel Hilton y con un fuerte operativo de seguridad, el jefe de estado sostuvo que hay que "ratificar el rumbo económico del país".

Durante el encuentro, que reúne a líderes mundiales y regionales de la economía, los negocios y las finanzas, con el objetivo de debatir estrategias y políticas para la región, Macri afirmó: "Queda claro que lo que comenzó hace 15 meses en nuestro país es mucho más profundo que un cambio económico, es un cambio cultural".

"Es un cambio basado en un aprendizaje de años, en los cuales nos llevaron por caminos equivocados y seguramente con valores que no representaban valores de decencia para los argentinos. Hoy estamos definidos en apostar por el futuro, basados en la verdad, en poner los problemas sobre la mesa, encararlos y resolverlos, en ser previsibles, ser confiables", agregó.

El Presidente también resaltó los convenios firmados con distintos sectores de la economía, como el de la construcción y el automotriz, aunque lamentó que "siempre se comunica más el conflicto que el acuerdo".

"El gran desafío de la Argentina es poner en valor el enorme talento humano y los recursos naturales combinados con esquema de trabajo competitivo. Lo estamos logrando, por más que en los tiempos que vivimos siempre se comunica más el conflicto que el acuerdo, hoy en Argentina estamos logrando acuerdos como no se veían desde hace muchísimo tiempo", aseguró.

El mandatario destacó además que si se trabaja "coordinadamente, diciéndonos la verdad, Argentina va a ser, sin dudas, el país que más va a crecer en los próximos 20 años".

En el “Mini Davos”, la estrategia oficial es tratar de convencer a inversores, organismos de crédito multilaterales y empresarios de que inviertan en el país.

Con ese objetivo, Macri enumeró como logros de su gestión que normalizó el mercado de divisas, que estableció y redujo metas inflacionarias y que sacó al país del default además de que avanzó en una apertura con el mundo.

"Es una alegría tener al WEF (World Economic Forum) en Buenos Aires después de tanto tiempo, porque es una plataforma inteligente que permite intercambiar entre el sector público y el sector privado para generar políticas de largo plazo", agregó Macri, quien compartió el escenario con Klaus Schwab, fundador del WEF.

"Esto recién comienza. Están a la hora indicada en el lugar indicado y espero que en estos días encuentren iniciativas para apostar por el crecimiento de la Argentina", le dijo Macri al auditorio.

Con la huelga nacional como marco

Al arribar Macri al hotel de Puerto de Madero donde comenzó el WEF, manifestantes del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y de otras agrupaciones de izquierda, realizaron una protesta a 300 metros del lugar, que estaba vallado en medio de un fuerte operativo de seguridad.

En su reciente visita a Holanda, el rey Guillermo Alejandro, esposo de Máxima, celebró la política económica que viene implementando el Gobierno, más allá de que reconoció que todavía la ciudadanía no está viendo el "efecto derrame".

"Presidente, usted sabe lo difícil que es el camino y la enorme paciencia y constancia que requiere. Usted quiere dar a la economía una base más sólida, con vistas al futuro", dijo el soberano, quien agregó que "desde su elección ha dirigido una campaña de profundas reformas. Todavía debe transcurrir cierto tiempo antes de que los ciudadanos experimenten las consecuencias positivas en sus vidas cotidianas, y somos plenamente conscientes del esfuerzo que exige a los argentinos".

No obstante, el rey destacó que los esfuerzos de Macri están tenido buenos resultados.

Esta dicotomía entre el objetivo final y el "mientras tanto" es lo que preocupa a Macri, quien en este "mini foro" intenta mostrar que todavía hay un clima optimista, como en los primeros días de su gestión, cuando el mandatario fue una de las figuras más requeridas en el foro internacional de Davos.

Más allá de que todavía no hay una gran lluvia de inversiones, hay un aspecto en el que el Gobierno quiere hacer hincapié.

Concretamente, que sus políticas económicas han sido interpretadas por la comunidad internacional de negocios como las de un cambio positivo y trascendental para la Argentina.

El mencionado apoyo de los Países Bajos y el "éxito político" logrado en la reciente gira por España son cartas importantes para mostrar.

Pero el escenario ahora es Buenos Aires, que ofrece un telón de fondo complicado para un mandatario empeñado en querer mostrar que el cambio fue exitoso y ya quedó atrás el ciclo kirchnerista.

Y hay una presión extra: este capítulo latinoamericano del Foro Económico Mundial se realiza por primera vez en la Argentina, según los propios organizadores, como reconocimiento a los cambios en las políticas económicas.

"La transformación en curso de la región se ejemplifica en el país anfitrión de este año. Argentina, una economía del G20 con vastos recursos, está adoptando un nuevo marco económico, reingresando a los mercados internacionales e impulsando una transformación tecnológica y digital en todos los sectores", destacaron los responsables del Foro sobre la importancia de haber elegido a Buenos Aires como sede del encuentro.

La administración Macri ha enviado algunas señales de que las posibilidades de inversión en la Argentina han mejorado y que el paro no es más que un "síntoma" de la transición desde la gestión kirchnerista.