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Aseguran que están en pisos históricos

AFARTE reclama reactivación

El presidente Federico Hellemeyer confía en los pronósticos de leve crecimiento de la economía en 2017, pero reconoció la “ansiedad y angustia” que genera la incertidumbre actual, porque no se sabe cuánto habrá que seguir esperando la reactivación. Del consumo interno depende la producción local y generación del empleo, más que de “malas decisiones” nacionales como la quita de aranceles a la informática. Mencionó gestiones para incentivar el consumo, incluyendo productos en los planes Ahora 12, Ahora 18 y Precios Transparentes; además de acordar financiamiento con tarjetas de crédito y bancos. Pero “la gente no compra” y, de no mejorar el poder adquisitivo, no cambia el escenario. Expuso el derrumbe de la producción entre 2015 y 2016, al punto de llegar a “pisos históricos”.

El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer dio cuenta de la necesidad de una urgente reactivación del consumo.

Río Grande.- El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer dio cuenta de la necesidad de una urgente reactivación del consumo, dado que la incertidumbre se prolonga y, aunque hay pronósticos de leve crecimiento, no se sabe cuándo se va a concretar.

Luego de un 2016 “de ajuste”, dijo que “todavía estamos esperando que la actividad económica se reactive en todo el país y necesitamos que la demanda se vigorice un poco. No somos una excepción de todas las actividades que dependen del consumo interno y todavía está un poco frío el mercado”, expresó por Radio Nacional Ushuaia.

Indicó que dependen de una mayor demanda “para reactivar el mercado y traccionar mayor producción, en consecuencia mayor nivel de empleo” y, si bien la implementación del programa de Precios Transparentes, que desdobla el costo financiero “ha contribuido a una percepción distinta de nuestros productos”, la reactivación no llega.

“La inflación está con tendencia a la baja y hay indicadores de analistas del gobierno y de la oposición, de que estamos cerca de la reactivación y de un determinado porcentaje de crecimiento en la economía. Lo necesitamos ansiosamente, porque los volúmenes de consumo de 2016 fueron muy bajos y necesitamos que se expanda la economía. El 2016 fue un año de ajuste en el consumo y este año la inflación empezó a descender, aunque en febrero los números dieron más altos por el impacto de los servicios públicos”, manifestó.

Lo cierto es que se estima “un crecimiento del 4 ó 5 por ciento en 2017. Si eso se llegara a producir, debería ir acompañado de una mayor dinámica de consumo y va a significar mayor producción. Pero no sabemos cuándo se va a producir. Esperamos que sea lo antes posible”, enfatizó, ante la “ansiedad y angustia” que genera la incertidumbre de largos meses.

 

Acuerdos que no alcanzan

 

Mientras se espera la reactivación, dijo que “apelan a la creatividad” para gestionar medidas que estimulen el consumo. “Procuramos que los productos electrónicos estén dentro de los planes Ahora 12 y Ahora 18, bregamos para que sean incluidos en la resolución de Precios Transparentes de la Secretaría de Comercio, procuramos que bancos públicos y privados den líneas de financiamiento a través de tarjetas de créditos o préstamos personales para equipar los hogares. Uno hace gestiones y cosas permanentemente para facilitar lo máximo posible el consumo, pero depende de que se compren las cosas, y nosotros dependemos exclusivamente del mercado interno”, subrayó.

Diferenció las actividades que dependen “del mercado interno y de la exportación”, porque si baja el consumo interno pueden enfocarse más en la exportación, “pero nosotros no tenemos esa dualidad. Lo que podemos hacer es preparar la cancha para que la gente tenga acceso a los productos que fabricamos lo más fácil posible. Pero la coyuntura en la que nos encontramos es que la gente no compra”, lamentó, pese a las facilidades de financiación.

 

El derrumbe

 

Hellemeyer comparó cifras de 2015 y 2016 para dar cuenta del derrumbe en la producción a “pisos históricos”.

Mencionó las “tres grandes líneas de productos en Tierra del Fuego, que son aires acondicionados, televisores y celulares. En 2015 se produjeron un millón ochocientos mil equipos de aire acondicionados y en 2016 fueron un millón cien mil. Es una caída estrepitosa”, dijo.

“En celulares el tema del contrabando nos está pegando muchísimo y ahí hacemos gestiones permanentes para que el gobierno tome medidas, a fin de mitigar este flagelo para la industria. En este producto caímos de 12 millones a 9 millones”, precisó, en tanto los televisores “se mantienen en el orden de los 3 millones”.

“Estamos en pisos históricos. La expectativa es que aunque crezca moderadamente la economía, lo vamos a sentir, va a oxigenar la cadena y generar un poco más de empleo. La idea es que crezca lo más rápido posible”, volvió a reclamar, confiado en que, si esto se logra, habrá un impacto en el corto plazo, porque “en nuestra actividad, si se dinamiza el consumo, los efectos se observan inmediatamente. El tema es que esto se produzca”.

Consultado sobre el año pre-mundial y la falta de programación de una mayor producción de televisores, aclaró que hay “una sensación de que el mundial es el pico estacional de la venta de televisores y por supuesto en el mundial se venden muchos; pero afortunadamente la demanda de televisores tiene muchos otros picos y está estabilizada. El año pasado se incrementó en cien mil unidades la venta, siendo un año sin mundial, sin olimpíadas ni ningún evento deportivo trascendente; y encima fue un año de ajuste”.

Concedió que “la programación de venta de televisores por supuesto considera un evento como el mundial, pero está evaluando muchos otros factores, como los cambios tecnológicos, el smart tv y la forma de consumir televisión, a través del streamming, las nuevas formas de usar el televisor, además del recambio tecnológico de led por plasma, etcétera. Hay una serie de variables que considera la gente que programa la producción. Además hay un nivel alto de stock de televisores, entre 500 mil y 650 mil unidades, que todavía es manejable pero hay una pequeña luz amarilla”, alertó.

No obstante la crisis en el caso de los televisores “la demanda en general es estable y la cifra de tres millones anuales se mantiene. El mundial no va a significar que tengamos muchos más el año que viene”, anticipó.

 

Una “mala decisión”

 

Consultado sobre el impacto de la quita de aranceles a productos informáticos, dijo que “afecta a nuestro sector y nos quita una línea que daba trabajo a unas 400 ó 500 personas. Le hemos dado al gobierno nuestra visión de que estaban cometiendo una equivocación. Pero en términos de volumen de gente empleada, nos preocupa mucho más que no se consuma más, porque eso es lo que hace que estén los niveles muy bajos. Cuando se expanda la demanda se podrá incrementar la cantidad de dotaciones”, insistió.

De todos modos calificó que “la quita de aranceles a la informática fue una mala decisión, y ahora hay que trabajar para demostrarle al gobierno nacional que no se puede tomar la misma tesitura con el resto de las líneas, primero porque involucran mucha mayor cantidad de gente; y segundo, hay que trabajar de la mano del gobierno provincial con iniciativas como las que ha tenido para trabajar en el futuro del régimen industrial”.

 

El autopartismo

 

Respecto de las versiones y desmentidas sobre el incentivo del gobierno nacional para que se radiquen en la provincia fábricas autopartistas, señaló que no tiene más información que la publicada en los medios.

Destacó la iniciativa que expuso el ministro Caballero en la comisión del área aduanera especial que sesionó el pasado jueves. “Allí anunció que el gobierno provincial está llevando un proyecto de decreto al gobierno nacional para relanzar y abrir el subrégimen industrial de la ley 19640. Es una buena señal de que todos los sectores involucrados en la actividad económica de Tierra del Fuego estamos empezando a movernos y hacer la tarea que corresponde a cada uno, para lograr un marco de mayor certidumbre para la actividad”.

Asimismo, aclaró que “no conoce el detalle del proyecto que acercó el gobierno provincial al nacional para relanzar el subrégimen industrial” y prevé reunirse esta semana con Caballero para interiorizarse. En principio “la iniciativa es revigorizar el subrégimen permitiendo que ingresen nuevos actores y diversifiquen la actividad. Eso no va de la mano de anular la actividad existente, y así lo señaló la gobernadora en su discurso de apertura de sesiones: diversificar la actividad no significa descuidar la industria instalada”, expresó.

“Habrá que ver qué tipo de autopartismo se instala, si es electrónico o general, y ver cómo se va dando este proceso. Lo importante va a ser acompañar al gobierno provincial en las gestiones ante el gobierno nacional, ver qué pasa y qué alternativa hay. Cualquier iniciativa va a tener voces a favor y en contra”, adelantó.

 

Autocrítica de Bertone

 

Consultado acerca de las declaraciones de la gobernadora durante el fin de semana, en las que expresa que los fueguinos no han sabido defender la promoción y la industria, reconoció haber leído “unas declaraciones que hizo la gobernadora con cierto grado de autocrítica en este sentido, pero no me siento capacitado para opinar. La actividad económica en Tierra del Fuego, un lugar insular, de difícil acceso y cuestiones climáticas, requiere de cierto grado de protección y favorecimiento. Esto, en un país federal va a generar enconos en otras partes. Es una realidad que hace que permanentemente esté en discusión el beneficio a determinadas zonas, que de otra manera no se poblarían. Hay que acostumbrarse a vivir con ese recelo y ese cuestionamiento de otras zonas que no tienen ese beneficio y saber sostener los argumentos. Esto no es una creación original para el estado fueguino, sino que existe en todas partes del mundo cuando hay una decisión política de llevar adelante un desarrollo en un determinado lugar, y sostenerlo con determinados beneficios”, subrayó.

 

Relación con empleados

 

Finalmente se lo consultó sobre la relación con los trabajadores del sector y dijo que “diálogo hay siempre. Lógicamente con los niveles de actividad actual, la convocatoria no se da en los volúmenes que todos desearíamos. Es otro reflejo de los efectos nocivos que tiene para nosotros la falta de actividad económica, porque las empresas no están convocando plenamente a todo el personal para incrementar las dotaciones y producir más”, concluyó.

 

 

Fuente: Diario Provincia23


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